El precandidato colorado Andrés Ojeda dijo que no pagó a los diputados Gustavo Zubía y Elsa Capillera por sumarse a su campaña, y enfatizó que hay quienes “les rompe la cabeza” y “no pueden comprender” cómo convenció a dos dirigentes con ideas dispares a las suyas.
En entrevista con Se arregla el mundo (FM Hit), Ojeda respondió a lo informado por El Observador sobre un apoyo económico de US$ 50.000 en publicidad ya comprada, y la utilización de locales que la 9007, la lista de Zubía, había alquilado para su campaña como precandidato, de la que se bajó al anunciar su apoyo a Ojeda.
“Yo, con franqueza, no se de dónde El Observador saca eso, y no sé cómo lo respalda”, dijo Ojeda, que agregó: “Si yo desmiento, agrando. Si yo tuviera que desmentir todas las cosas que se dicen, le termino dando foco a cuestiones que, me parece, que pierdo en el agrande”.
“Porque, si es cierto, yo no le voy a dar más foco del que tiene. Yo lo que puedo decir, con toda claridad: yo no le pagué nada a Zubía, no le pagué nada a Elsa Capillera. El tema es que no lo pueden comprender, es como que les rompe la cabeza cómo pudiste convencer a alguien que, a priori, es dispar en materia de algunas ideas. Acá hay un proyecto novedoso, que tiene proyección para adelante, que está en plena construcción y que las personas que suben están en mesa chica de entrada, porque no compiten con otros”, afirmó el abogado penalista devenido en precandidato.
El apoyo de Julio Luis Sanguinetti
A su vez, se refirió al apoyo de Julio Luis Sanguinetti a su candidatura, luego de que el exvicepresidente de UTE declarara a El País que efectivamente respalda a Ojeda, tras varios rumores de que tenía un rol activo en su campaña.
Sin embargo, siguiendo la línea de lo expresado por Sanguinetti, el precandidato remarcó que, en la entrevista, el hijo del expresidente colorado “no dice que está trabajando en la campaña, ni que es el jefe de campaña, ni nada por el estilo”.
“Él entiende que la renovación somos nosotros, bienvenido sea. Si entiende que puede incidir con la gente que conoce, trabaja y demás para que esto ocurra de esa manera, mejor. Ahora, quiero ser claro, yo lo dije, ni nos dirige la campaña ni nada”, enfatizó Ojeda.
“La militancia que pueda tener es la que elige tener. Tengo los grupos departamentales, en todos lados, él no encabeza ninguno. Jamás me habló para abrir una lista, nada por el estilo. O sea que, en suma, que él entienda que somos la mejor opción, yo lo agradezco, como se lo agradezco a todo el mundo. Pero no implica, en ningún caso, ni que Sanguinetti padre esté involucrado ni nada por el estilo”, afirmó.
“De hecho, Sanguinetti padre respalda públicamente a Tabaré Viera. Al final, las elucubraciones caen por su propio peso rápidamente. Yo me alegro de que haya salido esto, porque ya viste, el resto estaba operando y rosqueando con un entusiasmo sideral, así que esto por lo menos corta algunas versiones con palabras del propio involucrado, que lo dice con claridad. Él no dice ‘ocupo un rol en la campaña’, ni nada por el estilo”, sentenció Ojeda.
¿Amistad con Lacalle?
Ojeda respondió a su vez a quienes lo acusan, como el precandidato Guzmán Acosta y Lara, de trabajar para el Partido Nacional en la interna colorada, y ratificó sus “credenciales” de colorado.
“Yo tomé la decisión de ser colorado en el año 2002, sin ningún condicionamiento familiar de ningún tipo. Yo el examen de colorado lo tengo dado. A mí nadie me va a cuestionar eso”, afirmó Ojeda, que dijo tener “sobradas credenciales” de militante del Partido Colorado.
Luego de esto, al precandidato se le pregunto si es “amigo” del presidente Luis Lacalle Pou, una figura a la que destaca habitualmente, y si “hacen fierros juntos”.
“Yo no sé si amigo”, dijo Ojeda, que agregó: “No, fierros nunca hicimos juntos, podría ser divertido”.
Ante su respuesta, se le preguntó si empezó a “surfar”, en referencia al acuático deporte practicado por el presidente.
“No, eso vos sabés que nunca lo hice. Mi cuñado, el marido de mi hermana, siempre me agita para probar. Sabés qué pasa, si lo hago ahora, imaginate. Tendría que ser en una isla desierta”, dijo Ojeda, en referencia a las posibles fotos que se tendría que sacar.
Al señalársele que también tendría que comprarse una Harley, en referencia a la moto del presidente, agregó, en referencia a uno de los momentos más recordados de la campaña de Lacalle: “Y que haga la bandera. Yo la bandera la puedo hacer, no sé si los demás podrán. Yo puedo”.