El socio de CPA Ferrere y doctor en Historia Económica Gabriel Oddone brindó el pasado jueves una extensa entrevista al semanario Brecha, en la que fue consultado si formaría parte del equipo económico de un eventual gobierno del Frente Amplio, en caso de que la coalición de izquierda vuelva al poder en 2025.
El economista, que es uno de los más reconocidos analistas del país y que el próximo mes termina su vinculo con CPA Ferrere, respondió que en caso de que le ofrezcan un cargo de gobierno “diría que sí”.
“Milité políticamente en mi juventud y nunca he dejado de conversar con políticos y gobernantes. Conozco a Yamandú (Orsi) y en principio apoyo su candidatura, pero no creo que él hable conmigo más de lo que habla con otros colegas. Y así, como hablo con Orsi, he hablado con el presidente o con otros políticos. Si el Partido Nacional me invita a ir a una charla no tengo ningún problema. Soy un votante del Frente Amplio (FA), toda la vida lo fui y eso va a seguir siendo así, a pesar de que sigo siendo crítico de algunas cosas que el FA tiene”, afirmó Oddone.
Al ser consultado si formaría parte del equipo económico de un futuro gobierno, el economista respondió: “Después de tener una carrera profesional en el sector privado, de ser docente y de haberme pasado diciendo lo que habría que hacer, si ahora se plantea, diría que sí. Creo que le debo algo a Uruguay. Desde qué lugar y cómo hacerlo, dependerá. Soy economista, pero las relaciones internacionales me parecen espectaculares. Hay cosas para hacer en Uruguay XXI, en el Ministerio de Turismo, en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) o en el Ministerio de Trabajo. No importa dónde, sino que depende de lograr armar un equipo y de coincidir en el rumbo. No podés laburar en algo en lo que no te sentís cómodo y en lo que no creés. Si esas dos cosas se cumplen, conociendo a Yamandú hasta donde lo conozco, diría que sí”.
Oddone además señaló que desde su punto de vista en caso de que el Partido Nacional se mantenga en el gobierno en 2025 implicaría “la consolidación de una agenda de reformas que se pudieron implementar en este período, que irían dirigidas a mejorar el clima de negocios”.
En tanto, “gobierno del FA puede no divergir en esto, pero al mismo tiempo tendría la oportunidad de ser enfático en mejorar la focalización de los mecanismos de protección social y de orientación del gasto hacia poblaciones vulnerables”.
“Después de un período de ajuste, el FA podría aprovechar la mejor holgura que da el riesgo país bajo y el acceso al financiamiento barato, pero al mismo tiempo debería hacer reformas de fondo para crecer más y redireccionar el gasto con el objetivo de proteger mejor. Habrá diferencias de énfasis, pero en ninguno de los dos casos diría que hay un problema o una incertidumbre”, apuntó.
El economista señaló que se define como “un liberal de izquierda o un socialdemocráta”, es decir, alguien que considera que “la economía de mercado es la mejor forma de asignar recursos”.
“No estoy a favor de experiencias de economías centralmente planificadas. Creo que la apropiación privada del riesgo es algo positivo, pero con una fuerte regulación y orientación del Estado para evitar excesos o conflictos de interés que generen asignaciones espurias o diferencias de ingresos muy grandes. Creo en un modelo de mercado con fuerte intervención de un Estado legítimo, democrático y que represente genuinamente a la población”, valoró Oddone.
Sobre su desafiliación al Partido Socialista (PS) en 2015 y su vinculo actual con el FA, el economista respondió: “Creo que el PS es un lugar en el que esto era el corazón y la esencia en los ochenta, pero por distintas razones se fue Alejandro y se volvió intolerable. El FA representa las ideas progresistas de Uruguay de manera cabal, en el sentido de ser un partido político que adhiere a la democracia, que gobierno 15 años y mostró estar en condiciones de hacerlo bajo las reglas de juego que las economías de mercado tienen”.
“Además, es un partido preocupado por el control del Estado y la regulación a ciertas actividades, aunque a veces se excede. (El FA) tiene una sensibilidad fundamental por la protección de grupos de población con desventajas. Un gobierno debe garantizar igualdad de oportunidades, un esquema meritocrático que permita que, una vez que garantizamos igualdad de oportunidades, la gente se pueda diferenciar. No obstante, ex post de que diste esa igualdad y la gente transitó libremente por un sistema de competencia, si se producen diferencias que no son sostenibles, se pueden corregir ya sea por un sistema impositivo o de seguridad social. Creo que eso el FA lo recoge. Además, tengo una sensibilidad que me tira hacia ahí. Es como que me preguntes por qué soy hincha de Nacional”, añadió.