La consultora Exante divulgó una nueva encuesta de expectativas empresariales sobre la valoración del clima de negocios en Uruguay, “pese a señales de una coyuntura menos favorable”.

Según la consultora liderada por el economista Pablo Roselli, “un 85% de los más de 300 ejecutivos” consultados “considera sumamente positivo el clima de negocios” en el país, calificándolo de “bueno” o “muy bueno”.

“Sin embargo, al mismo tiempo se afianzaron varias señales de una coyuntura menos favorable. Por un lado, volvieron a caer las respuestas positivas respecto al desempeño económico reciente y la situación general de las empresas en el último año. Por otro lado, las expectativas de crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) con un horizonte de tres o cuatro años volvieron a moderarse y se ubican apenas por encima de 2% anual (cuando en 2021 y hasta comienzos de 2022 habían subido al eje de 3% anual)”, señaló Exante en algunas de sus conclusiones.

En esta línea, se apunta que la visión de los empresarios es consistente con los indicadores macroeconómicos, debido al giro “en condiciones financieras más restrictivas en el contexto internacional, y con el hecho que varios sectores siguen expuestos a severas dificultades de competitividad en la región”.

“Como nota positiva, se destaca que la fuerte caída de la inflación que se observó en los últimos meses dio lugar a un ajuste importante de las expectativas de inflación de los empresarios consultados. En efecto, menos de 10% de los encuestados indicó que la inflación cerrará 2024 por encima de 8% y la mitad cree que se situará dentro del rango meta [entre 3 y 6%]”, apuntó Exante.

Con respecto al desempeño de sus empresas, “pese a las señales de una coyuntura menos auspiciosa”, los empresarios mantienen una “relativamente positiva visión” del desempeño de sus organizaciones durante el próximo año.

“Cerca de la mitad espera un incremento de la producción y una mayor inversión, mientras que las respuestas negativas no superan el 10% en ninguna de las dos dimensiones. En ambos casos se trata de un panorama más optimista que el que prevalecía en los años previos a la pandemia, cuando la economía también se encontraba relativamente estancada (en ese entonces, las respuestas positivas se ubicaban entre 20 y 30%)”, agrega el trabajo.

Sin embargo, señala Exante, “sigue predominando una visión cauta respecto a las decisiones de contratación”, con menos de un 25% de los ejecutivos indicando que espera “emplear más trabajadores el próximo año”.

“El salario real elevado figura como el principal elemento que, a juicio de los consultados, condiciona el incremento del empleo. Al preguntar por los principales desafíos que enfrentan las empresas, el aspecto más señalado volvió a ser la presión de costos (con más de un 60% de menciones). Ello resulta consistente con la situación de baja competitividad y escaso crecimiento que tiene la economía. A ese factor le siguieron, con distancia, la competencia creciente, la gestión de recursos humanos y la incorporación de tecnología”, concluye Exante.

Con respecto a la evaluación a la gestión de gobierno del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, la visión de los empresarios “sigue siendo sumamente positiva”: 79% la aprueba, 3% la desaprueba y 19% no aprueba ni desaprueba.

“El balance es favorable en casi todas las áreas de gestión, pero en esta ocasión se destacó un aumento apreciable en los juicios positivos referidos al manejo de la inflación y, por el contrario, un deterioro del saldo neto de respuestas en lo relativo a la competitividad”, consigna el informe que fue realizado entre el 2 de octubre y el 31 de octubre de este año.

Las áreas más destacadas como “buena” por los empresarios fueron, además de la inflación (94%), la promoción de inversiones (86%), el desarrollo de infraestructura (82%), el crecimiento económico (75%), el desempleo (72%) y la situación fiscal (69%), entre otros.

En tanto, 33% opinó que la inserción internacional es “mala”, 26% dijo lo mismo sobre la seguridad pública y 16% opinó negativamente sobre la “evolución de la pobreza”.

En su cuenta de X (Twitter), Rosselli resumió las conclusiones de las expectativas empresariales en tres puntos: “Muy buen clima de negocios, menores expectativas de inflación a corto y mediano plazo (todavía no ancladas a la meta) y moderación de expectativas de crecimiento económico de mediano plazo”.

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