Entre setiembre y octubre se detectaron seis sismos de baja magnitud en la represa de Rincón del Bonete, en la localidad de Paso de los Toros, consignó días atrás el periodista Leonardo Haberkorn para El Observador, de acuerdo con un informe del Observatorio Geofísico del Uruguay, que advirtió a los ministerios de Industria y Energía, de Ambiente y de Defensa Nacional, a UTE, a las intendencias de Durazno y Tacuarembó y al Sistema Nacional de Emergencias.
Se trata de movimientos geológicos de entre 1,5 y 2 puntos en la escala de Richter y serían consecuencia de las variaciones del embalse, informó Telemundo.
“Un conjunto de personas de Paso de los Toros nos dijo que sentía ruidos, movimientos, estruendos. Todo eso lo revisamos y a partir de ahí, después de que encontramos eventos sísmicos pequeños, decidimos revisar todo el registro que tenemos desde 2019, que fue cuando se instaló esa estación”, dijo la geóloga Leda Sánchez al medio anteriormente citado.
Según Sánchez se trata de microsismos inducidos no controlados. En esa zona se registran también sismos controlados que se generan por las voladuras de cantera que realiza UPM cerca de allí.
La experta explicó que los sismos inducidos son aquellos que produce el hombre y los no controlados se asocian a las represas y los controlados responden a voladuras de cantera.
Los sismos provocados por la represa serían consecuencia de los cambios en la cota, pero los especialistas advierten que debe reforzarse el monitoreo para prevenir movimientos mayores.
“Nosotros controlamos las voladuras de cantera que afectan a la población, que les rompen las casas. Estamos monitoreando la represa porque es algo estratégico para el país. Lo hemos informado, mandado un reporte preliminar a las autoridades y no hemos tenido ningún tipo de respuesta”, dijo Sánchez.
Los geólogos trabajan voluntariamente ya que, pese a que los sismógrafos pertenecen al Estado, no hay presupuesto para el mantenimiento ni para los estudios que realizan los expertos.