"Si dejamos que el virus se propague como un incendio forestal, especialmente en las regiones más vulnerables del mundo, mataría a millones de personas", dijo. "La solidaridad global no es solo un imperativo moral, sino en el interés común", añadió.
Guterres insistió en la necesidad de una respuesta global para contener la "catástrofe sanitaria" por la que ya han muerto más de 9.000 personas y 217.500 se han contagiado alrededor del mundo, y llamó a evitar medidas proteccionistas.
"Necesitamos alejarnos inmediatamente de una situación en la que cada país está llevando a cabo sus propias estrategias de salud hasta una que garantice, con total transparencia, una respuesta global coordinada, que incluya ayudar a los países que están menos preparados para enfrentar la crisis", dijo el jefe de la ONU.
Con este fin, instó a los gobiernos a brindar "el mayor apoyo al esfuerzo multilateral para combatir el virus, liderado por la Organización Mundial de la Salud, cuyos llamamientos deben cumplirse plenamente".
"La catástrofe sanitaria deja en claro que somos tan fuertes como el sistema de salud más débil", reflexionó.
Sobre el apoyo a la economía global, Guterres dijo que el enfoque debería estar en ayudar a los más vulnerables: los trabajadores de bajos ingresos y las pequeñas y medianas empresas.
"Eso significa apoyo salarial, seguro, protección social, prevención de quiebras y pérdida de empleo", detalló.
Las instituciones financieras son necesarias para apoyar a los países en dificultades, dijo, y destacó que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras organizaciones internacionales tienen un papel clave que desempeñar.
"Y debemos abstenernos de la tentación de recurrir al proteccionismo", advirtió. "Este es el momento de desmantelar las barreras comerciales y restablecer las cadenas de suministro".
AFP