Un grupo de vecinos de Lagomar denunció que el lago Lagomar, espacio público diseñado por el arquitecto y paisajista uruguayo Fresnedo Siri, actualmente "se encuentra en vías de extinción debido a rellenos clandestinos y construcciones ilegales por parte de un club privado".
"De continuar las obras en curso que venimos denunciando hace tiempo desaparecerá definitivamente, significando la pérdida de un importante patrimonio natural y cultural para el departamento de Canelones", aseguran en una misiva enviada a la Junta Departamental de Canelones.
El 27 de julio de 2020 "el Lagomar Country Club ha reincidido en violentar las normas municipales y nacionales al retomar la construcción de un gimnasio en medio del espacio público del lago que fuera paralizada por la Intendencia de Canelones el 1º de abril de 2019".
La construcción "se realiza sobre un reciente relleno clandestino en el lago, realizado por dicha institución deportiva, con toneladas de tierra que fueron desviadas en forma ilícita hacia allí a expensas de la obra pública del saneamiento de Lagomar", aseguran, adjuntando evidencias como imágenes de vecinos y de Google Earth.
La denuncia realizada por los vecinos en marzo de 2019 determinó que la Intendencia de Canelones paralizara la obra. "De un primer estudio realizado de la documentación presentada y al análisis del lugar se entiende que el proyecto en las condiciones planteadas no resulta viable", indicaba la nota de la comuna.
"Sin embargo, un año y tres meses más tarde el club reincide con su conducta ilícita y contraviene por enésima vez las disposiciones municipales y avanza en el menoscabo y destrucción del Recurso Natural y Espacio Público del Lago Lagomar", señalan los vecinos.
Montevideo Portal conversó con la directora general de Gestión Territorial de la Intendencia de Canelones, Natalia Brener, quien reconoció que también estuvo al tanto del reinicio de las obras por parte del club, por lo que se informó a la institución que volviera a parar la construcción del gimnasio. "Nos comunicamos con el club y dijimos que hasta que no saliera la autorización correspondiente se mantenía la prohibición de obras", afirmó.
Brener dijo que hace años el lago y su entorno perdió similitudes con lo diseñado por Siri, en parte por la construcción de la avenida Giannattasio, ya que para eso debió rellenarse "una parte de ese lago", lo que "no quita que sea un lugar de interés para la intendencia y el disfrute de los vecinos".
En este caso, Brener dijo que el club inició la obra del gimnasio hace más de un año sin permiso alguno, lo que ameritó su sanción por parte de la comuna y el inicio de diversas conversaciones entre la intendencia, los vecinos, el club, la escuela que también tiene fondo a ese espacio público, y se formó un equipo de trabajo con integrantes de la Universidad de la República. La idea era analizar qué uso darían al espacio público el club y la escuela, que no tenían "comodatos vigentes".
"A fines del año pasado salió una resolución del intendente otorgando un comodato a la escuela y al club", dijo Brener, lo cual debe pasar por la Junta Departamental. En especial, se precisa un permiso para construir el gimnasio, lo cual aún no fue aprobado. La jerarca explicó que el arreglo al que se llegó es el de reducir las dimensiones del gimnasio ideado inicialmente y construir uno más chico, lo que implica "desmantelar parte de lo que estaba construido" irregularmente.
"Ellos iban a recomenzar, a lo que dijimos que no, que la obra sigue parada hasta que se autorice el permiso de construcción", aseguró.
Algo sobre el lago
"Como es sabido por las autoridades de la Junta y de la propia Intendencia, el espacio público del lago de Lagomar constituye una unidad paisajística de singular valor histórico-patrimonial, resultado del diseño original del fraccionamiento del balneario en 1953 por el prestigioso Arquitecto Fresnedo Siri, quién le confirió una destacada centralidad urbana. El urbanista direccionó los padrones de su entorno hacia el centro del lago para asegurar su vinculación y disfrute, reforzando la idea de centralidad mediante el diseño de calles que lo circunvalan y conectan para la recreación y goce del público. Este diseño configuró el valor identitario patrimonial del lago, determinando el nombre de aquel primer balneario conocido hasta ahora como Lagomar", apunta la misiva.
La singularidad del patrimonio natural y cultural del cuerpo de agua y del espacio libre del lago de Lagomar "se encuentran claramente protegidos por las disposiciones nacionales de la ley Nº 18.308 Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible (2008)".
A su vez, citan el Plan de Ordenamiento Territorial de la Microrregión de la Costa (Costaplan), que en su artículo 11 declara de interés patrimonial la protección de sus recursos naturales, agua, suelo, costa, humedales, lagos areneros, cursos de agua, playa, dunas, médanos, montes marítimos y mediterráneos, lagunas, barrancas y todo ecosistema frágil".
"El proyecto de construir un gimnasio en medio del lago implica la contaminación y destrucción de un patrimonio natural y cultural de la Ciudad de la Costa que se encuentra protegido por el la ley Nº 18.308, el Costaplan, como así también por el Convenio Internacional de Ramsar", señalan los vecinos.
"¿Cuál será el estudio de impacto ambiental que se le requirió al club para emprender las obras que ejecuta sobre el lago Lagomar? ¿Con qué autorización se realizaron esos rellenos sobre lago Lagomar? ¿Qué estudios previos se realizaron sobre esos cientos de toneladas de materiales que se volcaron allí? ¿Cómo influyeron realmente esos rellenos en el saneamiento de la zona? ¿Cuándo se desafectó el uso público de la calle de acceso al lago? ¿Cuáles son los permisos de construcción de las diferentes instalaciones y edificios del club y en particular por la normativa específica al estar en el perímetro del lago?", se preguntan.
Agregan que "la falta de cuidado y gestión del lago Lagomar más la depredación y los sucesivos rellenos clandestinos, amparados por la omisión de los organismos públicos ha determinado la desaparición del 70 % del cuerpo de agua". "El deterioro de la unidad de este paisaje se magnifica a su vez con las construcciones que viene realizando el club, invadiendo y apropiándose en forma ilícita de la calle pública de acceso al lago y del espacio de uso libre, público y natural del lago de Lagomar", afirman en su misiva.
En ella aclaran que no se oponen a las actividades del club pero explican que "no tienen por qué desarrollarse a expensas del deterioro de un patrimonio natural y cultural que es de uso público que no puede quedar restringida a los socios de club".
Por último, solicitan a las autoridades "disponer con carácter inmediato, urgente y definitivo la prohibición de innovar, paralizando toda obra sobre el lago".
Solicitan también "investigar todas las irregularidades cometidas por el Lagomar Country Club y dar cumplimiento a las normas y sanciones que correspondan", y "elaborar con todos los actores sociales involucrados y asesores académicos un nuevo proyecto que contemple la integridad del lago Lagomar y los espacios circundantes".