Tras recibir el último informe de la Unidad de Servicios de Energía y Agua (Ursea) sobre el precio de los combustibles refinados en la Costa del Golfo, que volvieron a mostrar un incremento, el gobierno analiza la información recibida para tomar una decisión sobre el ajuste en las tarifas de los combustibles para el público.
Considerando el último informe sobre los Precios de Paridad de Importación (PPI) cerrado al 25 de junio que todavía no ha sido publicado, la proyección para el precio de venta al público estipula una suba de $ 8,34 para la nafta Súper y de $ 11,01 para el gasoil, un aumento del 10,3% y del 16,9%, respectivamente.
De esta forma, el precio máximo para para la nafta Súper 95 que fija el Poder Ejecutivo pasaría de $ 80,88 a $ 89,22, mientras que el del gasoil pasaría de $ 64,99 a $ 76.
Los cálculos realizados por Ursea y remitidos al MIEM consideran el desfasaje existente entre el precio a la venta al público de los combustibles que ha fijado el Poder Ejecutivo en los últimos meses, que ha estado por debajo de lo que indicaba el Precio de Paridad de Importación.
El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, dijo este lunes que en lo que va de 2022 la empresa resignó ingresos por US$ 93 millones por vender por debajo del PPI.
El gobierno define este jueves se realiza un nuevo ajuste al alza en las tarifas de los combustibles.
Aclaración: en una primera versión de esta nota se informó que era el Ministerio de Industria, Energía y Minería el que realizaba la proyección de los precios de ventas al público a partir del informe de la Ursea. Dicha proyección es realizada por la Ursea y remitida al MIEM, aunque no es publicada por el organismo. A los lectores las disculpas del caso.