Martín Llaryora asumió como nuevo gobernador de Córdoba, tras suceder a Juan Schiaretti, uno de sus socios políticos. Llaryora reconoció que su país está ante una de las peores crisis económicas de la historia, lo que implicará “decisiones valientes”.
“No es tiempo de poner palos en la rueda”, indicó Llaryora en referencia a que entablará un diálogo con Milei, a quien le deseó lo mejor.
De igual forma, el nuevo gobernador aseguró que hará “lo posible e imposible para que la obra pública no pare”. En cuanto a su provincia, indicó que gestionará los dineros públicos de tal forma que Córdoba siga siendo “uno de los territorios diferentes de Argentina”.