En medio de la pandemia por coronavirus, ciertos insumos han visto incrementado su valor y se han convertido en nuevos botines de guerra. No hace falta salir del mercado local para saber de casos de especulación con los precios de tapabocas o productos desinfectantes, como alcohol en gel.

Sin embargo, esos abusos de comerciantes in escrúpulos se quedan chicos respecto a la actitud de corporaciones o gobiernos. Días atrás, el gobierno turco apeló a tecnicismos legales para quedarse con una veintena de respiradores que debían viajar de China a España. Este fin de semana, el gobierno de EEUU prohibió al gigante fabril 3M exportaciones ya agendadas de mascarillas a varios países latinoamericanos y a Canadá, país este último que expresó por vías diplomáticas su malestar al respecto.

Ahora, en España ha tenido lugar un nuevo incidente de esta pugna por apoderarse de insumos contra la pandemia.

Un empresario de Santiago de Compostela, España, es el principal sospechoso del robo de material médico y sanitario valorado en cinco millones de euros. El material, robado de un almacén en Galicia, incluía dos millones de máscaras para una protección máxima, el tipo de recurso que falta en los hospitales para proteger a los profesionales de la salud de posibles infecciones por SARS-CoV-2.


El empresario, que acudió a los tribunales el sábado, tenía como objetivo vender parte del material a una empresa portuguesa. Según consigna el periódico matritense El País, el robo tuvo lugar en febrero, antes de que se declarara la emergencia en España. Aun así, la policía española cree que el hombre era "plenamente consciente" de que estaba robando material esencial en la lucha contra el virus y que podía beneficiarse de su venta.

Según la policía española, el hombre robó un almacén de una empresa de productos de salud que se había declarado en bancarrota, y que estaba en un módulo industrial en las afueras de Santiago de Compostela. El asaltante "se llevó todos los materiales que actualmente tienen más demanda y dejó otros que no lo tienen tanto, como botas", dijo Alfonso Rueda, teniente de alcalde de Galicia. Sin embargo, el autor tomó otros recursos además de las máscaras, como guantes quirúrgicos, uniformes sanitarios, medicamentos y alcohol etílico.

Las cámaras de video vigilancia en el sitio y las declaraciones de varios testigos, que dicen haber visto al hombre en las cercanías del almacén, terminaron llevando a las autoridades hasta el empresario.

Después del robo, el hombre habría entrado en contacto con un grupo de "ciudadanos portugueses", añade el periódico luso Público. Como parte de esta investigación, la policía española solicitó la colaboración de las autoridades portuguesas porque hay evidencia de que el material robado fue adquirido por una empresa portuguesa que conocía "el origen ilegal del material".

Los dos millones de máscaras robadas servirían para cubrir las necesidades de los servicios de salud de Galicia durante un mes, ya que la atención médica de esa región española ha consumido alrededor de 400 máscaras por semana. durante la pandemia covid-19.