"Estamos profundamente conmovidos y consternados por esta situación", dijo a Montevideo Portal Marcelo Sánchez, secretario general del Nuevo Partido Comunista (NPC), tras la confirmación de que los restos hallados en Punta Espinillos pertenecían a Andrés Pereira, el joven desaparecido tras un campamento de jóvenes de ese sector.
Sánchez dijo que no hay dudas de que se trató de un asesinato y manifestó su dolor por "otro joven asesinado". De todas maneras, aclaró que sobre el caso "se han dicho muchas cosas alejadas de la realidad" y rechazó las acusaciones contra el NPC.
"Nosotros hace tiempo definimos como línea de conducta no prestarnos para el show mediático", aclaró, afirmando que la organización política quedó "en el medio" de la investigación por el caso. El dirigente también aclaró que respeta "el dolor de la familia" y se excusó de opinar sobre las acusaciones que provienen de los padres del joven fallecido.
Sánchez aseguró que la dirigencia del NPC "ha rendido cuenta a las autoridades desde el primer momento". El dirigente recordó que en su momento "tanto la Seccional 23° como el Ministerio del Interior estaban al tanto de que se realizaría el campamento" y apuntó que las autoridades del partido "dieron la cara" por el caso.
El secretario general del NPC consideró que el hallazgo de los restos "abre un nuevo escenario" sobre el caso que deberá ser resuelto "por la Justicia". En ese sentido, ratificó que hay testimonios de personas que dicen haber visto con vida al joven los días lunes y miércoles posteriores al campamento.
Para Sánchez, la forma en que aparecieron los restos "tiene visos de operación comando y de ejecución", aunque consideró que será la investigación judicial la que confirme o descarte esa hipótesis. El dirigente recordó que la zona de Punta Espinillo fue "rastrillada varias veces" de forma intensa durante la búsqueda del joven, por lo que le resulta extraño que los restos del joven, que aparecieron en una bolsa, no hayan sido encontrados antes.
El dirigente también cuestionó que varios sectores políticos "desde la derecha hasta la ultraizquierda" se valieron del caso para acusar al Nuevo Partido Comunista. "La animosidad contra el partido es una barbaridad. Hay gente que tendría que estar presa porque se nos acusó de asesinos y eso hay que probarlo", añadió.