Un empresario italiano, Antonio Velardo, y un exintegrante del Ejército Republicano Irlandés (IRA), Henry Fitzsimons, acusados de lavar dinero para la mafia italiana ‘Ndrangheta, escondieron parte de su fortuna en media docena de cuentas bancarias suizas, según la información que aparece en la filtración Suisse Secrets, liderada por el centro de investigación Organized Crimen and Corruption Reporting Project (OCCRP), en el que participan los medios argentinos Infobae y La Nación.
Ambos medios señalan que los fondos podrían tener su origen en una defraudación a decenas de personas que invirtieron en un proyecto inmobiliario de lujo en la costa italiana. El complejo fue incautado luego de que se descubrieran sus conexiones con la organización criminal calabresa.
La Ndrangheta era liderada por el italiano Rocco Morabito, capo narco que en 2019 había logrado escapar de Cárcel Central sin levantar sospechas.
El mafioso italiano residía en Uruguay bajo una identificación falsa. Por 13 años llevó una vida discreta y de emprendimientos agropecuarios, junto a su esposa e hija. Sin embargo, la tranquilidad se vio interrumpida tras sospechas del Ministerio el Interior. En setiembre de 2017, bajo la operación "Calabria", fue capturado.
A dos años de su detención, se fugó de Cárcel Central junto a 3 reclusos. Luego de un escape que aún mantiene demasiadas incógnitas, desapareció del rastro de la policía, generando repercusiones y cuestionamientos por parte de gobierno italiano.
El mafioso italiano fue capturado este en mayo de 2021 en la ciudad brasilera João Pessoa, ubicada en el noreste de ese país. Se espera su extradición a Italia.
Según informan los citados medios argentinos, mientras Morabito se fugaba de la cárcel en Montevideo, su hermano Antonio aterrizó en Buenos Aires para, luego, cruzar a Uruguay, según indica la información entregada por las autoridades italianas a la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) de Argentina.
En ese entonces, los investigadores locales detectaron, además, que la familia del clan que maneja la ‘Ndrangheta ya había tenido otros ingresos y estadías anteriores en Argentina.
El origen de la trama
Velardo y Fitzsimons en 2006 constituyeron la sociedad irlandesa VFI Overseas Properties Real Estate Agent Ltd. para intentar negocios en Calabria, corazón de las tierras de la ‘Ndrangheta. En marzo de 2007, la sociedad de Velardo y Fitzsimmons firmó un contrato con Antonio Cuppari, quien construía un complejo enorme de apartamentos en la localidad costera de Brancaleone.
Para entonces, Cuppari mantenía vínculos fluidos con el clan Morabito, que domina el tráfico de cocaína entre América Latina y Europa y tiene su sede en Brancaleone, aunque por esos días su capo máximo se escondía en Uruguay.
Según el acuerdo, VFI vendería unidades del complejo de “Jewel of the Sea” y a cambio recibirían una comisión inusualmente alta del 31% del precio total de venta por adelantado, según reconstruyeron OCCRP, IRPI, Miami Herald y Al Qatiba.
El complejo nunca se terminó y decenas de inversores apenas pudieron recuperar la mitad del dinero luego de reclamar al seguro. Mientras tanto, su dinero se guardaba en las cuentas del Credit Suisse, según revelaron OCCRP, el sitio italiano IRPI Media, el diario Miami Herald y Al Qatiba, todos integrantes del consorcio que llevó adelante la investigación de Suisse Secrets.
La investigación da cuenta de que el empresario italiano Antonio Velardo mantuvo cuentas secretas en el Credit Suisse con dinero que podría provenir de esa estafa a decenas de inversores inmobiliarios en el proyecto en la costa italiana. La investigación Suisse Secrets muestra que Velardo tenía una cuenta personal y otras dos a nombre de empresas en el Credit Suisse.
Según los investigadores calabreses, el rastreo financiero de Fitzsimons y Velardo resultó muy difícil pues el dinero en efectivo se canalizó por varios paraísos fiscales. “Era imposible demostrar el flujo de dinero”, dijo un fiscal a OCCRP.
Mientras los investigadores italianos procuraban reconstruir las rutas del dinero de Cuppari, Velardo y Fitzsimmons, sus pares de la Argentina abrieron una investigación preliminar sobre los movimientos de Morabito en el país.
Esa investigación comenzó con datos aportados por la embajada italiana en Buenos Aires por la presunta comisión de los delitos de contrabando de estupefacientes y lavado de activos, además del viaje de un familiar del capo mafia a la Argentina, en septiembre de 2017.
“No le encontramos nada formal, a su nombre, en la Argentina a Rocco Morabito, aunque su hermano Antonio vino a verlo a Uruguay, pero pasó antes por la Argentina, donde lo seguimos tras un pedido de colaboración que llegó de Italia”, dijo un investigador local.
La Unidad Operaciones Antidrogas de la Gendarmería siguió a Antonio Morabito durante su paso por Buenos Aires, antes y después de viajar a Montevideo, y se pidieron informes a distintos organismos públicos y empresas privadas, sin resultados. Los Morabito no tenían activos, ni cuentas, ni teléfonos, ni actividades comerciales a su nombre en el país, por lo que se archivó la investigación preliminar en noviembre de 2019.
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