El ministro del Interior de Austria, Gerhard Karner, informó este viernes de la detención de un joven de 18 años, vinculado al detenido de 19 que confesó planear un atentado suicida con explosivos en uno de los tres conciertos previstos en Viena de la cantante estadounidense Taylor Swift.

En rueda de prensa, Karner precisó que el hombre de 18 años es un ciudadano iraquí que había mantenido contacto con el principal sospechoso, y aunque no hay indicios de que estuviera directamente implicado en los planes de atentado, se sabe que había jurado lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

El Tribunal regional de Wiener Neustadt dictó este viernes prisión preventiva hasta al menos el 23 de agosto para el principal sospechoso, el cabecilla de 19 años, y su posible cómplice, de 17.

Ambos permanecen detenidos desde el jueves en el centro penitenciario de Wiener Neustadt, ciudad situada a 57 kilómetros al sur de Viena, confirmó la portavoz de esa corte Birgit Bons, a la agencia local APA.

Los dos jóvenes están acusados de apoyar los objetivos terroristas del yihadista EI. Además, la Fiscalía les investiga por supuesta participación en una organización terrorista.

Otro menor —de 15 años— que había sido detenido el miércoles, ha sido liberado después de ser interrogado y los investigadores descartan su participación en los planes, aunque su testimonio será utilizado como testigo.

El principal sospechoso, un ciudadano austríaco de 19 años con raíces en Macedonia del Norte, ya había confesado que estaba planeando un atentado contra uno de los conciertos de Taylor Swift previstos en Viena este jueves, viernes y sábado.

Disponía de un explosivo líquido de gran potencia que él mismo había fabricado, y planeaba atentar con su coche contra la multitud de swifties que se habían quedado sin entradas y se iban a congregar fuera del Estadio Ernst Happel.

El objetivo era matar “al mayor número posible de personas” con un artefacto explosivo y cuchillos y machetes.

Cuando el 25 de julio dimitió de su puesto de trabajo en una empresa química, de donde parecería que pudo haber robado peróxido de hidrógeno (H2O2) y otros productos químicos para la producción del explosivo líquido TATP, dijo a su empleador que tenía “grandes planes”.

Según las últimas informaciones de la APA, también habría insinuado a al menos dos amigos que quería cometer un atentado terrorista.

El joven de 17 años también detenido, austríaco de raíces turco-croatas, ya era conocido por los servicios de seguridad austríacos.

Este acusado llevaba días trabajando en el estadio donde se iba a celebrar el concierto en una empresa que preparaba el espectáculo.

Las autoridades austríacas aseguran que no buscan otros sospechosos, pero la investigación sobre los contactos de los dos detenidos continúa y, en ese contexto, pueden darse más detenciones.

Por otro lado, APA afirma que, según una investigación propia, el servicio de inteligencia militar de Austria había recibido hace entre diez y catorce días, de dos servicios de otros países “amigos”, las primeras pistas sobre la eventual peligrosidad de los ahora detenidos.

EFE