El estado de Nueva York obligará a los ciudadanos a taparse boca y nariz en público con mascarillas o un trozo de tela cuando no se pueda mantener una distancia social de dos metros, declaró este miércoles el gobernador Andrew Cuomo, que anunció que el número de muertos en las últimas horas por COVID-19 es de 752, lo que eleva la cifra total de fallecimientos a 11.586.

Se deberán llevar en "cualquier situación en público donde no se pueda mantener la distancia social de seis pies (dos metros)", dijo el gobernador, que emitirá una orden ejecutiva al respecto aunque, según apuntó, de momento su incumplimiento no llevará aparejado una penalización.

Algunas localidades del estado, como la ciudad de Nueva York, recomiendan desde hace varias semanas taparse la nariz y la boca, pero hasta el momento ninguna había generalizado su uso de manera obligatoria.

Preguntado por los periodistas, Cuomo dijo que una persona puede pasear por una zona sin gran densidad de gente sin cubrirse, pero que deberá hacerlo en el momento en el que no sea capaz de mantener la distancia recomendada, como en el transporte público o supermercados.

Cuomo precisó sobre las estadísticas que, de acuerdo con las nuevas directrices de las autoridades médicas federales, empezará a incluir en las estadísticas a las personas fallecidas en sus casas sospechosas de haber perecido como consecuencia de la COVID-19.

Ayer, la secretaria de prensa de la Alcaldía de Nueva York, Freddi Goldstein, adelantó que habían contabilizado 3.700 casos de personas fallecidas fuera de los hospitales y de los centros de cuidados de ancianos y que hasta ahora no habían sido registradas oficialmente en las estadísticas.

En la rueda de prensa, el gobernador apuntó que el número de hospitalizaciones por COVID-19 se ha reducido levemente hasta los 18.335, desde los 18.697 del martes, lo que confirma, según apuntó, que la curva de casos continúa aplanándose.

"La situación sanitaria se ha estabilizado y el miedo a que el sistema de salud se vea superado no ha ocurrido, gracias al trabajo fenomenal de nuestros trabajadores de primera línea", dijo Cuomo que también agradeció a los hospitales por aumentar su capacidad en el 50 % y al Gobierno federal por el envío de 3.500 camas para tratar a pacientes.

Asimismo, anunció el envío de 100 respiradores a Michigan y de otros 50 a Maryland, para ayudar a estas regiones a hacer frente al aumento de casos de COVID-19.

El gobernador, al igual que en los últimos dos días, insistió en los planes para la reactivación de la economía y volver a los que llamó la "nueva normalidad", para lo que pidió la ayuda del Gobierno federal, para la compra y distribución de material para hacer análisis.

"No podemos hacer las pruebas y el seguimiento sin el apoyo del Gobierno federal", dijo Cuomo, que insistió en que el estado no tenía más dinero y que subrayó que la recuperación de la actividad social y económica debe ir acompañada de una gran capacidad de hacer análisis para evitar un rebrote de la pandemia.

EFE