Un desperfecto en un avión de pasajeros puso en peligro a personas, no a los pasajero o tripulantes de la aeronave, sino a quienes circulaban en tierra por debajo de él.
El hecho ocurrió ayer en el San Francisco, California (Estados Unidos), cuando un Boeing 777 de United Airlines con destino a Tokio se vio obligado a interrumpir su viaje cuando apenas había comenzado.
Tal como se aprecia en las imágenes, el avión todavía no había recogido su tren de aterrizaje cuando una rueda se desprendió del resto. Según informara la cadena noticiosa ABC 7 News, el neumático cayo sobre u nestacionamiento y causó daños a varios coches. Por fortuna, no hubo que lamentar lesionados.
En cuanto al avión, fue redirigido al cercano aeropuerto de Los Ángeles, donde aterrizó sin problemas.
La terminal de la que despegó en San Francisco cerró temporalmente, pero se reabrió sin que se generaran mayores trastornos en los vuelos.
Antes del aterrizaje, los pasajeros fueron informados de que en cuanto tocaran tierra, la aerolínea pondría rápidamente a disposición un nuevo avión para que continuaran el viaje a Japón. En el aparato viajaban 249 personas, 235 de las cuales eran pasajeros.