Unos sesenta uruguayos permanecen varados en un crucero en Europa, a la espera de un puerto que los deje desembarcar y de la posibilidad de tomar un avión de regreso a casa.
Si bien Cancillería está al tanto y trabaja en el caso, aún no hay una solución concreta para el grupo. El canciller Ernesto Talvi dijo que se intenta negociar un "canje" con Francia, ya que hay pasajeros franceses en una situación similar pero cerca de Punta del Este.
Gerardo, uno de los uruguayos a bordo del crucero, dijo ayer a Montevideo Portal que les infmormaron que podrían bajar hoy en Marsella (con la incertidumbre de qué hacer una vez allí).
Sin embargo, una vez en Marsella pudieron bajar solo los franceses y el resto de los pasajeros quedó a bordo.
"No dejaron desembarcar en Marsella y hace unas horas partimos hacia Génova. Donde seguramente no nos dejen desembarcar hasta que estén los aviones para trasladarnos", comentó a Montevideo Portal.
Gerardo explicó que no tienen quejas del trato recibido por la empresa (Costa) y agregó que dentro del panorama lo mejor es permanecer en el crucero por el momento. "En el barco hay de todo. Como en el mundo. Algunos exaltados que quieren lío. Pero la mayoría no pierde la calma", señaló.
De haber descendido en Francia, se habrían encontrado con el problema de encontrar un lugar donde alojarse, a la espera de un permiso para abordar un avión rumbo a Uruguay. En Italia la situación es aún más complicada, lo que abre un signo de interrogación sobre el tiempo que permanecerán en el barco a la espera de una solución (o en la ciudad misma)
El crucero se quedará en Génova (su destino), donde los pasajeros deberán esperar a que se encuentre una solución.
Según informó Perfil, hay un fuerte malestar de los pasajeros ante la noticia de que los llevarían a Génova. Esta ciudad se encuentra al norte del país, la zona más afectada por el COVID-19. Anoche, hubo escenas de violencia y amenazas de que los privarán de agua, luz y alimentos en el caso de que se nieguen a descender de la embarcación. Algunos pasajeros quisieron incluso agredir al capitán.
"Soy paciente de riesgo, puse en conocimiento de la gente del barco que yo en Génova no bajaba porque era uno de los lugares más peligrosos de Europa en este momento y me dijeron que no era tan grave. Me van a tener que hacer bajar por la fuerza pública. En la misma tesitura hay bastante gente acá", contó un paciente argentino que está en edad de riesgo y padece problemas cardíacos.