Niño de seis años murió tras comer dulce presuntamente envenenado que le dio desconocida

La Policía brasileña intenta identificar a una mujer que presuntamente le ofreció chocolates envenenados a un niño de seis años, quien falleció horas después, en la localidad de Cavalcanti, en el norte de la ciudad de Río de Janeiro, según informaron medios locales este martes.

Tras la noticia, se empezaron a conocer detalles del suceso. La víctima fatal del hecho fue Ythallo Raphael Tobias Rosa, de seis años. Por otra parte, un amigo del fallecido, un niño de siete años que también habría ingerido chocolates, se encuentra hospitalizado en estado grave con los mismos síntomas.

De acuerdo con el relato del primo de Ythallo, otro niño de 12 años, la mujer buscada le habría ofrecido dulces a los niños cuando estos volvían de la escuela.

El fallecido llegó a la urgencia de un hospital en la noche del lunes 30 de setiembre con un paro cardiorrespiratorio, fue atendido, pero perdió la vida horas después.

De acuerdo con lo que informó en su momento el medio Folha de Sao Paulo, el equipo médico de la unidad sospechó de envenenamiento y los forenses encontraron gránulos marrones en el estómago de la víctima.

La investigación de la policía se vale de imágenes de las cámaras de seguridad de la zona en donde transitaron los menores y entrevistas a los testigos.

Este miércoles se realizó el entierro de Ythallo en el cementerio de Inhaúma, con la ausencia de su madre, quien se desvaneció y tuvo que ser hospitalizada.

La tía del pequeño, Michele Tobias, fue la encargada de pronunciar unas palabras. “Acabaron con su vida. ¿Por qué, Dios mío? Se llevaron a nuestro niño. Usaron su hambre para matar. ¿Qué mundo es este? ¿Qué es esta vida que nuestros hijos ni siquiera pueden jugar en paz? Ella mató a un ángel, Ythallo tenía sólo 6 años", gritó la mujer mientras se enterraba el cuerpo, según consigna el medio OGlobo.

Tobias describió a Ythallo como un niño “cariñoso, juguetón y feliz, que agradaba a todos”.

En la jornada, familiares y amigos vestían camisetas blancas y portaban carteles con la frase “¿Quién lo mató?”.