En la noche del pasado domingo, un violento incidente en el barrio Nuevo Ellauri provocó la muerte de un joven de 22 años y dejó gravemente herida a su hija, una niña de dos.
Tal como informáramos, agresores que circulaban en moto dispararon contra el joven cuando este llevaba en brazos a la pequeña. El hombre, identificado como Rodrigo Nahuel Pintos Dorta, recibió varios impactos y falleció minutos después en la policlínica de Capitán Tula.
La menor también sufrió numerosas lesiones y fue ingresada en el Hospital Pereira Rossell en grave estado. Allí se constató que presentaba 15 orificios de bala en el tórax, pelvis, abdomen y miembros superiores e inferiores.
La información surgida en las últimas horas acerca de la salud de la niña resulta esperanzadora y triste a la vez.
Según informara el noticiero Telenoche, la menor continúa grave, pero su condición ya es estable. Por desgracia, los disparos le causaron una lesión medular que —en caso de sobrevivir— podría dejarla parapléjica.
José Azambuya, director nacional de policía, se refirió al caso en una rueda de prensa celebrada ayer.
“Es un caso que se está investigando, teníamos algunas investigaciones en el lugar. Son situaciones que se dan por más que tengamos patrullaje. Son situaciones espontáneas que a veces se extralimitan”, dijo.
El jerarca policial afirmó que situaciones como esta son “muy dolorosas” y que es “muy complicado” que una niña “haya quedado en el medio”.