Para Rodolfo Nin Novoa, excanciller uruguayo, la única forma de salir de la situación que vive Venezuela es si se generan “ámbitos de diálogo político”, porque de otra forma “termina en un baño de sangre”.

“Lo que ha hecho [Maduro] con los resultados de las elecciones es muy complejo”, dijo Nin en entrevista con Montevideo Portal, en la que sentenció: “Sin ningún lugar a dudas, ha habido un fraude”.

“La verdad es que están todas las condiciones para que haya habido un fraude; hasta que no se demuestre lo contrario, la duda permanece”, afirmó quien fuera jefe de la diplomacia en el último gobierno de Tabaré Vázquez. Nin apuntó, además, que el Comité Nacional Electoral (CNE) venezolano tenía, por ley, 30 días para proclamar al presidente electo. “[Lo] proclamaron al otro día de las elecciones, sin mostrar nada y con una denuncia de hackeo sumamente dudosa”, sostuvo.

“La situación en Venezuela es un desastre. Por ahora, no se vislumbra ninguna salida, porque Maduro no tiene para donde irse. Ese es el problema. No se va a ir a ningún lado, y se va a aferrar al poder como todos los autoritarios y los dictadores”, aseveró el excanciller.

Nin usa ahora esa palabra para definir al mandatario venezolano, pero también explica por qué no la utilizó cuando ocupaba su puesto en el Palacio Santos, al explicar también el “rol” que tuvo y tiene hoy Uruguay “para jugar” en el camino a una salida pacífica y democrática.

“A mí me preguntaban a cada rato: ‘¿Usted considera que Venezuela es una dictadura?’. Un canciller no puede estar poniéndole nombre y nota a los demás gobiernos. No puede, sobre todo, si está con la convicción firme de que eso [la situación política] se solucione a través del diálogo, del entendimiento. No puede estar poniéndole ‘dictadura’; eso no le hace bien al ambiente de diálogo”, argumentó.

“Pero, sin lugar a dudas, que en Venezuela se violan los derechos humanos y hay persecución”, matizó, al mencionar como ejemplo el “desastre” que es que se pida la detención de Maria Corina Machado y Edmundo González, líder de la oposición venezolana y candidato a la Presidencia, respectivamente.

Nin comentó que el gobierno y la oposición de Venezuela, “siempre llegaron a acuerdos que se cumplían, más o menos”.

“Un poco más, un poco menos, pero en las últimas elecciones, hace seis años, habían llegado en Santo Domingo a un acuerdo. Después la oposición no se presentó a las elecciones, se las regaló. Y después empezaron con todo aquello, Guaidó, todo eso”, señaló.

“No nos comimos la pastilla de Guaidó tampoco, ¿no?”, comentó Nin sobre la visión del gobierno de Vázquez acerca del parcialmente reconocido presidente de Venezuela que en 2019 fue nombrado por el Parlamento que Maduro había desplazado. Para el frenteamplista, Guaidó “pasó sin pena ni gloria, siempre provocando”.

Acusaciones de confabulación y cobardía desde Caracas: los años de Vázquez

Desde febrero de 2016 a mayo de 2023, Uruguay no tuvo embajador en Venezuela. Ahora, desde este martes, el país vuelve a no tener representante diplomático en Caracas, luego de que Silvina Montes de Oca fuera expulsada por el gobierno de Nicolás Maduro tras las elecciones.

Gran parte de ese período correspondió a la administración Vázquez, que fue la que decidió en primer lugar que no hubiera embajador en Caracas.

Óscar Ramos dejó de ser embajador en 2016, y hasta que Luis Lacalle Pou nombró a Eber da Rosa, exintendente de Tacuarembó, como nuevo representante diplomático en 2023, la jefatura de la misión estuvo a cargo, primero de un cónsul, según recuerda Nin, y luego de dos encargados de negocios, José Luis Remedi y Gustavo Pacheco, sucesivamente.

Nin explicó que el momento en el que Ramos deja el cargo coincide con varias polémicas en las que se vio Venezuela.

En 2015, contó, Uruguay presidía la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), organismo al que Maduro convocó a una reunión por un decreto del presidente Barack Obama “que establecía que Venezuela era un peligro inminente para la seguridad de Estados Unidos, que es el paso previo para realizar un bloqueo”.

“Allí discutimos mucho, salieron los temas de derechos humanos. Por supuesto que nos solidarizamos con Venezuela. Aquella declaración tenía tres puntos, uno era sobre el bloqueo y dos sobre la vigencia de los derechos humanos, que preocupaba enormemente porque había muchas denuncias de problemas en esa materia”, dijo.

Al tiempo, en diciembre de 2016 y tras varias reuniones, Venezuela fue suspendida del Mercosur, porque en el país se había producido una “ruptura del orden democrático”, según la declaración suscripta por Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay.

“Uruguay no solamente hacía todo lo posible para que hubiera un marco de convivencia pacífica y democrática, sino que cuando tuvo que tomar medidas, las tomó. Sacamos a Venezuela del Mercosur, con el voto de Uruguay”, apuntó Nin.

“A lo largo de los cinco años, nosotros hicimos 27 declaraciones reclamando por los derechos humanos en Venezuela. Unilaterales, bilaterales o multilaterales. Son 60 meses de gobierno, hicimos cada dos meses una declaración de esas. Lo que nunca hicimos fue cortar el diálogo, ni sumarnos a aquella aventura que inventaron los peruanos con el Grupo de Lima. Ya habíamos tomado la principal acción que podíamos haber tomado, que era apartar a Venezuela del Mercosur. Nunca compartimos esa línea de ataques y provocaciones y de amenazas”, afirmó el excanciller.

“Lo que quiero decir es, nosotros siempre fuimos muy críticos con Venezuela. Siempre estuvimos a favor del diálogo y del entendimiento. Cómo será la cosa que Maduro me acusó a mí, en realidad al Uruguay, de estar preparando con el departamento de Estado un golpe de desestabilización en Venezuela. Porque Maduro era un tipo que no aceptaba casi críticas”, comentó Nin.

Esa acusación desde Caracas fue en la misma época en la que el mandatario venezolano acusó al entonces vicepresidente Raúl Sendic de ser un “cobarde”, por afirmar que no tenía evidencias para asegurar que había una “injerencia” de Estados Unidos en el país caribeño.

“Tabaré le mandó una nota diciendo que se rectificara o que diera las pruebas de lo que estaba diciendo. Por supuesto que no hizo nada; nunca recibimos nada de parte de Maduro”, recordó.

Rodolfo Nin Novoa definió la relación entre aquella presidencia de Tabaré Vázquez y la de Maduro como “muy lejana”, en la que incluso había “muy poca, casi nula”, vinculación personal entre los mandatarios.

“Inclusive se vieron una sola vez en una reunión, antes de la suspensión [de Venezuela del Mercosur] en una reunión en Río de Janeiro, donde acordaron aquel entendimiento de arreglar la deuda del petróleo que el Uruguay tenía con Venezuela, porque nos lo financiaba. Había que pagar una parte al contado, y había que pagar otra parte a plazos. Llegamos a deber unos 400 millones de dólares, y fue cuando se hizo el acuerdo para pagar eso y hacer con eso un fideicomiso, para que Venezuela adquiriera alimentos. Nunca se cumplió, fue depositado en el [banco] Bandes y el gobierno de Venezuela se lo llevó, lo sacó”, señaló.

Después de la cercanía que hubo entre el gobierno de Mujica y el de Chávez y luego su sucesor, Vázquez tuvo un acercamiento distinto a la cuestión Venezuela, indicó Nin. “Siempre apostamos al diálogo político, porque la diplomacia no sirve para nada si no se habla”. La conversación en esa época no era entre presidentes, era entre cancilleres.