El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu presionó el miércoles a Egipto para que reabra el paso fronterizo de Rafah y sugirió que El Cairo mantenía a la población de Gaza como “rehén” al no trabajar con Israel en la entrada clave de ayuda.
Sus declaraciones se producen un día después de que Egipto, el primer país árabe en hacer la paz con Israel y anfitrión de conversaciones sobre un alto al fuego y los rehenes que fracasaron, acusara airadamente a Israel de negar su responsabilidad en la crisis humanitaria en Gaza.
El paso de Rafah, fronterizo con Egipto y principal puerta de entrada de mercancías y personas a Gaza, está cerrado desde que Israel afirmó el 7 de mayo que se lo había arrebatado al movimiento islamista palestino Hamás que gobierna la Franja de Gaza.
Más de un millón de palestinos desplazados por el conflicto entre Israel y Hamás, que comenzó el 7 de octubre, han buscado refugio en la ciudad.
En una entrevista con la cadena estadounidense de noticias financieras CNBC, Netanyahu afirmó que Israel apoyaba “flujos máximos de ayuda humanitaria” a través de Rafah. “Queremos verlo abierto”, afirmó. Y agregó: “Espero que podamos llegar a un entendimiento” con Egipto.
Netanyahu dijo que el paso habría estado abierto “ayer” si dependiera de Israel. “No es nuestro problema. No estamos retrasando la apertura de Rafah”, declaró.
“Espero que Egipto considere lo que estoy diciendo ahora”, añadió. “Nadie debería tomar como rehén a la población palestina de ninguna manera y yo no la estoy tomando como rehén. No creo que nadie deba hacerlo”.
El ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, dijo el martes que el control israelí del cruce exponía a los trabajadores humanitarios y a los camioneros a “peligros inminentes”.
Shoukry afirmó que Israel era “el único responsable de la catástrofe humanitaria” en Gaza, donde Naciones Unidas ha advertido sobre riesgos de hambruna.
Con información de EFE