Nazarena Porto desapareció de su casa en el barrio Progreso de la ciudad de Salto el 30 de diciembre de 2017. Dijo que iba a dar una vuelta, pero jamás regresó. Su cuerpo apareció tres días más tarde en Villa Constitución, a 50 kilómetros de su casa. Tenía 16 años.

Las circunstancias de la muerte de la menor nunca fueron esclarecidas a cabalidad. Para la familia se trató de un homicidio, pese a que las pericias forenses no constataron signos de "violencia externa". Algunas versiones señalaron entonces que la joven "presentaba un golpe en la cabeza", algo que nunca fue confirmado ni desmentido públicamente.

En los últimos tiempos, el colectivo feminista salteño La Revuelta Subversiva reclamó con insistencia nuevas pericias forenses. Estas solicitudes surgieron luego del asesinato de Tamara Borges, ocurrido en abril de este año. El caso, argumentan, presentaría coincidencias con el de Porto. Por el crimen de Borges fue detenido un hombre, y no se descarta la participación de más personas en el hecho.

Según informa el periódico salteño El Pueblo, entre ambos casos habría varios elementos coincidentes, lo que ameritaría seguir trabajando en nuevas pericias. La ocasión para ello se presentó este jueves, cuando —tal como estaba previsto— se llevó a cabo en el cementerio de Salto la reducción del cuerpo de la adolescente.  

Redes que siguieron activas

En marzo de 2018 quedó al descubierto que alguien seguía utilizando la cuenta de Messenger de la joven (incluso recientemente), por lo que personal de Delitos Informáticos investigó la situación.

Joaquín Porto, padre de Nazarena, dijo en aquel entonces a Montevideo Portal que le "deben explicaciones". En aquel momento, los investigadores del caso pidieron a la familia que aguardara aproximadamente cuatro meses, lapso en el que se estima podrán acceder a la identidad de quien utilizó la cuenta de Nazarena.

"Saber quién utilizó la cuenta puede resultar clave en la investigación", resaltaron a la sazón los investigadores.