A los 99 años murió este miércoles quién fue un referente de la educación en Uruguay, en particular en el ámbito rural.
Miguel Soler nació en Cataluña en 1922 y emigró a Uruguay a los cuatro años. Fue fundador de la Federación Uruguaya de Magisterio e íntimo amigo del maestro Julio Castro.
Tuvo una larga actividad vinculada al trabajo en escuelas rurales, al punto de convertirse en una de las voces más autorizadas sobre la temática. Participó en la misión socio-pedagógica de 1946 en Arroyo de Oro (Treinta y Tres), y fue miembro de la Comisión Redactora del Programa para las Escuelas Rurales en 1949.
En 1943 inició con el ejercicio de su profesión dirigiendo la escuela rural N° 89 del departamento de Tacuarembó.
Entre 1954 y 1961, Soler coordinó el emprendimiento educativo del Núcleo Experimental de La Mina. En 2011 se bautizó con el nombre "Misiones Sociopedagógicas Miguel Soler Roca" a una colonia del Instituto Nacional de Colonización ubicada en Cerro Largo.
También trabajó para la Unesco en diversos cargos y países del mundo. En 1982 se mudo a Barcelona, pero regresó a Uruguay en diversas ocasiones, radicandose en Montevideo.
En una entrevista brindada a ese mismo medio en 2011 dijo sobre su profesión como maestro en ámbito rural: "Los maestros debatíamos sobre la educación y la evolución del país, y nuestra premisa era denunciar la pobreza. Médicos y maestros nos juntamos y reclamamos medidas que modificaran la estructura de nuestro campo en términos de distribución y uso de la tierra. Cuando uno trabaja en una zona ganadera, rodeado de estancias de cinco mil hectáreas, pobladas de vacunos, y llena el aula con algunos alumnos bastante desnutridos que no tienen satisfechas sus necesidades vitales, uno se plantea cuestiones esencialmente políticas".
Fue un activo militante por el esclarecimiento de varios asesinatos cometidos durante la dictadura, en especial el de su colega y amigo Julio Castro.