El principal sospechoso de haber asesinado al grafitero Felipe Cabral, conocido como Plef, falleció el pasado jueves. El hombre, que tenía 77 años, había sido indagado junto a su hijo.
El sospechoso vivía en la casa lindera a la vivienda en la que se encontraba Cabral en la tarde en la que fue baleado en la cabeza. Plef había pintado un mural en dicha vivienda, ubicada en Punta Gorda.
En primera instancia, la Justicia resolvió que no había razones firmes para imputar al hombre de 77 años por el asesinato de Cabral, aunque fue formalizado por porte de armas.
Según informó El Observador, un nuevo informe policial confirmó los datos a los que se habían llegado cuando se hizo la reconstrucción del homicidio. En este sentido, se confirmó que la bala que mató a Cabral llegó desde la casa lindera, precisamente en la que vivía el hombre de 77 años.
En su casa se encontraron varias armas sin declarar. Más allá de su formalización por el porte ilegal de estas armas, la Justicia dictaminó que el sospechoso fijara domicilio y no pueda salir del país.
La muerte del hombre se produjo a causa de un cáncer.