"Estoy vivo, y con 86 años, es bastante", comenzó Mujica esta mañana en una entrevista concedida a Informativo Sarandí.

"Tengo las dos dosis, pero en el último año y medio salí cuatro veces", añadió el referente emepepista, quien tras su renuncia al Senado se recluyó en su chacra de Rincón del Cerro, confinamiento que no le ha impedido continuar activo en el ruedo político.

Interrogado acerca de si saldrá a recorrer el país en campaña de apoyo al referéndum por derogación de artículos de a LUC, Mujica dijo que todavía no lo tiene decidido, pero subrayó que por diversas razones .incluida su edad- su rol es el de "ayudar en la renovación" del Frente Amplio y "no ser como un árbol viejo que le hace sombra a los nuevos".

En ese sentido, reconoció la ascendente trayectoria de Alejandro Sánchez y Yamandú Orsi en la interna partidaria, pero evitó referirse a su futura proyección. "Los lideres se eligen de abajo hacia arriba, y el que haya estado arriba y señale a alguien de abajo como sucesor, lo funde", consideró.

Durante la entrevista se le consultó acerca del sonado caso del fallido fideicomiso a la Intendencia de Canelones, donde desde el Frete Amplio se acusa al gobierno de intervenir para sabotear un acuerdo multipartidario departamental para conseguir la financiación.

"En el caso de Canelones no voy a agarrármelas con el mensajero", dijo Mujica, quien apuntó a la escala nacional y dijo que existe una absoluta falta de diálogo entre gobierno y oposición.

"No hay con quién hablar, estamos a puertas cerradas", aseguró Mujica, quien se retrotrajo a la crisis del año 2002 para señalar una situación opuesta. "Con Alejandro Atchugarry (ministro de Economía nombrado en medio de la crisis) dialogábamos todas las semanas".

Ahora, en cambio, Mujica dice que el gobierno "está abierto para charlar, pero no para negociar" e insistió en que "hay que intercambiar con los partidos, no se puede estar como perro y gato".

Consultado acerca de qué piensa sobre el presidente Lacalle Pou, Mujica respondió: "Yo no tengo que pensar nada , es mi presidente y tengo que desear que le vaya bien, por el país". Sin embargo, cuando se le insistió y se le preguntó cómo lo veía, dijo: "Lo veo soberbio y lo veo como un crack en el trabajo de marketing de todo lo que rodea a la presidencia".

A modo de ejemplo de esto último, puso un ejemplo ocurrido durante una conferencia de prensa en el interior. "Es algo que nunca había visto", dijo Mujica, y contó que durante esa conferencia "había un micrófono" con el logo de Presidencia, y que su portador acaparaba las preguntas.

"Una periodista de ahí le decía ‘dejame meter una', había un periodista de Presidencia haciendo preguntas, es como levantar el centro e ir a cabecear", comparó.

Posteriormente se le preguntó si estaría dispuesto a tener un encuentro "mano a mano" con el presidente, algo que Mujica no rechazó.

"Yo tengo charlas con el que sea, pero el que no la va a tener va a ser él, pero no es por mí, es por él", dijo, para acto seguido recordar algo que sucedió el año pasado, cuando renunció a su banca en el Senado.

Mujica explicó que en el Parlamento "hay como una tradición de decir unas palabras de despedida al legislador que se va". Sin embargo, en su caso "no se dijo una palabra" desde la bancada opositora, algo que, según Mujica, ocurrió por orden de Lacalle Pou.

"No dejó que su partido dijera una palabra y le puso condiciones a los colorados", dijo Mujica, señalando que desde ese partido "que gobernó el país durante 90 años", ahora "miran como corderitos" al mandatario nacionalista.

Finalmente, Mujica fue consultado sobre la iniciativa mencionado esta semana por el ministro de defensa, Javier García, de crear reparaciones económicas para las víctimas de la guerrilla en las décadas de 1960 y 1970.

El ex tupamaro dijo al respecto que el gobierno "tiene los votos y puede hacer lo que le parezca", y que desde su punto de vista "ve viable" esa posibilidad.
"Vayamos a la historia para aprender", invitó, y recordó que "en las viejas guerras patrias se estableció pensión para los servidores".

"Yo respeto mucho esas cosas", aseveró.