La elección en Brasil, con Luiz Inácio Lula da Silva como ganador, trajo muchas repercusiones en la región. El gobierno uruguayo prefería que el presidente Jair Bolsonaro se consagrara una vez más en el puesto, porque ambas administraciones habían logrado avances comerciales.
Incluso, el gobierno de Bolsonaro mantuvo siempre una posición flexible en cuanto a las negociaciones que Uruguay está llevando adelante con China para lograr un Tratado de Libre Comercio (TLC).
En este marco, el expresidente José Mujica viajó a Brasil para demostrar apoyo a Lula, junto con el intendente Yamandú Orsi. Lula y Mujica tienen una relación de años, lo que hace que ambas figuras políticas sean muy cercanas.
Desde el Frente Amplio (FA) entienden que Mujica podría ser un buen interlocutor entre el presidente Luis Lacalle Pou y el nuevo Ejecutivo brasileño. El exmandatario confirmó al semanario Búsqueda que no tiene inconvenientes en llevar adelante esta tarea.
“Desde luego que yo, en lo que pueda ayudar a mi país, voy a ayudar. Si la relación personal muy cercana que tengo con Lula puede servir de algo, que seguramente sí, el presidente puede contar conmigo. Estoy a las órdenes y responderé a lo que me pidan”, expresó Mujica al mencionado medio.
Desde el gobierno uruguayo valoran la disposición de Mujica, pero entienden que primero que nada el presidente Lacalle deberá instaurar diálogo con Lula. Poniendo como ejemplo a Argentina, en Presidencia argumentan que ambas administraciones pueden pensar diferente con respecto a algunos temas, pero eso no es sinónimo de una mala relación.
Para el gobierno uruguayo, uno de los aspectos positivos es que Lacalle ya ha dejado claro qué pretende con respecto al Mercosur. “Si Brasil colabora, mejor. Y si no, seguiremos en el camino de tratar de abrirnos al mundo”, agregó la fuente a Montevideo Portal.
En el entorno del presidente entienden que sería actuar con demasiada anticipación aceptar a Mujica como interlocutor.
En 2020, Mujica habló de la relación entre Lacalle y el presidente argentino, Alberto Fernández. En su audición radial por M24, el expresidente dijo: “Sé que el presidente uruguayo quiere conversar con el presidente argentino y sé que también no le dan pelota. Así como suena, no le dan pelota, por lo menos por ahora”.
Las palabras del líder político causaron molestia en el Ejecutivo y fueron negadas por varias autoridades. También en ese entonces Mujica se ofreció ser un nexo entre ambas administraciones, asegurando que esto era necesario para que no le cortaran “la canilla” a Uruguay.
Los riesgos
Más allá de que la postura de Uruguay parece ser dialoguista, las autoridades saben que la vuelta de otro gobierno de izquierda en la región puede implicar una serie de riesgos.
Estos se dan a la hora de pensar en el Mercosur, porque el bloque necesita relaciones fuertes entre los países para poder sostenerse. Cuando Uruguay comenzó a negociar con China, los roces —sobre todo con Argentina— se hicieron notar.
Uno de los objetivos para anticiparse a esos riesgos es buscar un equilibrio y no perder pie en el intento de avanzar hacia un TLC con China. Para esto, el buen relacionamiento con Argentina y Brasil es clave.