El expresidente José Mujica dijo este lunes que el año pasado fue "de pesadilla" por los efectos de la pandemia de coronavirus, que hizo "un estrago en el mundo entero".
Sobre el avance de la pandemia en Uruguay, Mujica expresó que "en los primeros meses, dentro de un panorama mundial negativo, tuvimos la sensación de que veníamos bien", pero "hay un viejo dicho que dice: 'La confianza mata al hombre'".
En su habitual audición en la radio M24 llamada Hablando al sur, Mujica dijo que "es muy probable que en los hechos tanto el gobierno como el grueso de la ciudadanía, nosotros, todos, creímos que estaba pasando lo peor, y que eso que se llamó la nueva normalidad pasaba y que esa técnica que se denominó la libertad responsable estaba dando frutos".
"Creo que la inmensa mayoría en el país se confió mucho, tal vez esa confianza cómoda. El hecho está en que hoy estamos muy jaqueados porque la realidad de la región se trasladó a nosotros y las cifras son preocupantes y amenazantes", apuntó.
Más adelante, Mujica dijo que la vacuna "se ha transformado en un refugio para la esperanza", ya que "la gente quiere sacarse esta pesadilla de la pandemia".
En este sentido, Mujica dijo que el gobierno "no la tiene sencilla porque somos un país pequeño como mercado", de apenas tres millones y medio de ciudadanos, "y en el mundo entero hay muchísima ansiedad por vacunar lo antes posible, y en este mundo no somos iguales".
"Hay un área rica más desarrollada en el mundo, con muchos recursos económicos, que hace presión, y aunque se suscribieron acuerdos internacionales bien redactados y con buena puntería, en los hechos no dan resultados rápidos porque muchos países han salido con la suya, blandiendo recursos económicos importantes", apuntó el expresidente.
Además, Mujica afirmó que fuentes del exterior le informaron acerca de presuntos acuerdos entre al menos un laboratorio y algunos gobiernos para evitar ser demandado ante posibles efectos secundarios de las vacunas.
"Estamos en un mundo y en una civilización de mercado. Al parecer algunos laboratorios de los muchos que están en carrera tratan de aprovechar la coyuntura. Me han dicho desde el exterior, por ejemplo, que una de las firmas más conocidas que está fabricando vacunas ha pedido en algunos países compromisos jurídicos de que no se le hagan reclamos por contrariedades secundarias de salud que pudieran aparecer como efectos secundarios de la vacuna", señaló.
"Como si esto fuera poco", continuó Mujica, "estarían exigiendo para comprometerse a que en los próximos 15 años le tienen que comprar la vacuna a ellos".
"Yo no sé si es cierto semejante disparate, pero la gente que me ha dicho es bastante seria y bien informada. Obviamente hay una guerra comercial por abajo entre firmas, entre laboratorios, y para colmo, con algunos tintes inconcebibles de geopolítica", continuó el expresidente.