El Colectivo Mujeres de Negro Uruguay emitió un comunicado este jueves en apoyo a la comunicadora Ana Inés Martínez, luego de que la Justicia fallara a favor suyo por un caso de acoso sexual en Canal 10, pero no diera lugar a la demanda por acoso laboral que también presentó.
“Nuestro colectivo saluda con beneplácito el fallo histórico de la Justicia uruguaya a favor de la comunicadora Ana Inés Martínez tras la denuncia por acoso sexual del que fue víctima en un canal abierto nacional. Manifestamos también nuestro rechazo a la decisión del juez de Trabajo de Montevideo de 5º Turno Luis Fourment, que desestimó su demanda por acoso laboral y despido abusivo”, indicó la sociedad civil.
Para el colectivo, Fourment incurrió en una “flagrante falta de perspectiva de género al concluir que el acoso sexual reconocido no estuvo vinculado al despido posterior que la periodista sufrió de su trabajo luego de 15 años”.
“Máxime, cuando se dio a la par de la desvinculación del acosador sexual y directo, Alejandro Cattaneo, tras 29 años como gerente comercial”, señalaron.
En este orden, Mujeres de Negro señaló que en la sentencia judicial, que fue apelada por Martínez, se aplicó la Ley de Acoso Sexual en Ámbito Laboral (18561), pero no aplicó la Ley de Violencia hacia las mujeres basada en Género (19580).
“No hizo lugar a la demanda por acoso laboral y despido abusivo ni aplicó la Ley Integral 19580 que incluye como forma de violencia específica la laboral. Ana Inés se ganó su lugar como periodista deportiva en un terreno profesional tradicionalmente habitado por hombres y quedó sin trabajo en medio de perjuicios económicos, psicológicos, bombardeada por discursos de odio y acusaciones de ‘mentirosa’, tras un fallo preliminar que va a apelar. El acoso sexual laboral es parte de la violencia de género que históricamente se ejerce contra trabajadoras como parte de una construcción cultural de roles que a las mujeres nos reduce al espectro doméstico. De adentrarnos en territorios supuestamente ‘de hombres’, nos somete a prácticas que parecieran querer ‘volvernos a nuestro lugar’ y reafirmar ese predominio masculino y control”, afirmó el colectivo en el comunicado.
Y finalizó: “Repudiamos esta decisión judicial por cuanto refuerza la negación de la violencia de género en su especificidad, expone la precariedad laboral, fragilidad y el miedo con que afrontan sus ambientes de trabajo mujeres y desalientan que otras se animen a defenderse denunciando y alzando la voz”.