El médico español Jesús Candel, más conocido como Spiriman, murió a los 46 años en Albolote (Granada) al no poder superar el cáncer de pulmón que padecía desde hace más de dos años, según informara la agencia noticiosa Efe.
Referente en la lucha por la sanidad pública, Jesús Candel presidía la asociación Justicia por la Sanidad, desde la que se canalizaron numerosas manifestaciones y protestas en toda Andalucía por este objetivo.
Fue en junio de 2020 cuando anunció que sufría un cáncer de pulmón con metástasis que lo llevó a estar un tiempo alejado de las apariciones públicas y las redes sociales, donde contaba con numerosos seguidores que hoy lamentan su muerte.
Tras un tiempo ausente, reapareció el pasado mes de marzo con motivo de la renovación de la junta directiva de la asociación que presidía para anunciar que continuaría luchando por una sanidad pública “digna y sin colores políticos”.
Su activa defensa por la sanidad como propulsor de las protestas sanitarias iniciadas en Granada hizo que Jesús Candel protagonizara algún que otro enfrentamiento político que acabó en los tribunales.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, aseguró que Candel “defendió con pasión” la sanidad pública y la calidad de vida de los pacientes oncológicos.
“Siento su pérdida. Mis condolencias a su familia, compañeros y amigos”, escribió Moreno en su cuenta de Twitter.
Candel cobró celebridad por liderar movilizaciones en defensa de los servicios públicos de salud y también durante el inicio de la pandemia de covid. Su alegato contra la irresponsabilidad de las personas que se negaban a aceptar las medidas sanitarias se hizo viral en redes.
Sin embargo, su popularidad se vio minada por sus publicaciones acerca del cáncer.
“El que se quiere curar del cáncer, se cura. El que NO, se muere”, escribió en Twitter hace dos años, cuando la enfermedad parecía haber remitido. Sin embargo, la dolencia regresaría y lo conduciría a la muerte.
Sus palabras fueron criticadas por tratarse de expresiones sin el menor sustento científico, algo especialmente censurable cuando proviene de un profesional de la salud, y por lo que la red social le cerró la cuenta.
También se señaló que sus dichos hacían un flaco favor a los pacientes que lidiaban con la grave dolencia, a quienes trasladaba la responsabilidad y hasta la culpa de no conseguir superarla.