El Movimiento por un Uruguay Sustentable (Movus) emitió un comunicado este jueves en el que comparó al Poder Ejecutivo con el pato criollo, por aquel viejo dicho en el que se asume un error en cada paso que da. Esto porque el gobierno, a entender de Movus, sigue sin atender la necesidad de evitar la depredación de especie nativas en beneficio de un “muy dudoso negocio de cacería deportiva”.
“Cacería que lleva a que los valientes cazadores se enfrenten con señuelos, trampas y modernas armas semiautomáticas a los peligrosos patos, emboscándolos en sus lugares de descanso y alimentación para registrar su gloriosa faena en trofeos fotográficos fácilmente disponibles en la web buscando, por ejemplo, ‘Duck hunting Uruguay’”.
“En Uruguay la ley 9.481 de 1935 fue pionera en la protección de la fauna indígena y el control de la caza. El Artículo 3º prohíbe la caza de especies zoológicas indígenas o libres, salvo las excepciones del Artículo 5º por el que el Poder Ejecutivo puede autorizarla para especies, lugares, cantidades y plazos determinados. Desde 1947 sucesivos decretos reglamentaron la ley y hoy el Decreto 269/2000 establece que el Poder Ejecutivo debe emitir los decretos anuales regulando la caza antes del 30 de setiembre de cada año”, señala el comunicado.
En este sentido, acotan que para las tres especies de patos principales del país (pato cara blanca, pato maicero y pato picazo), el decreto 104/200 establece que cada cazador tiene la posibilidad de matar por día 15 ejemplares de los que no más de dos pueden ser pato picazo. Esto culminó en 2018 a iniciativa de la ONG Conversación de Especies Nativas (Coendu) con el decreto 318 que estableció la suspensión por dos años de la caza de patos, que volvió a reanudare en 2022 a pesar de informes técnicos contrarios del Ministerio de Ambiente.
La Secretaría de Estado en ese informe recomendó la prohibición de la caza por al menos otros cinco años ante la significativa tendencia negativa de la población de esas especies enfrentadas como muchas otras a profundos cambios en su hábitat por los cambios en el uso de los señuelos y otros procesos que degradan la biodiversidad.
“Esa posición es la de los estamentos técnicos del Ministerio de Ambiente cuyos informes no encuentran eco y no son tenidos en cuenta por las jefaturas políticas del Ministerio ni del Poder Ejecutivo que al no emitir un decreto sobre el tema antes del próximo viernes 30 dejará que se siga, al menos durante 2024, con la matanza de estas aves autóctonas de las que sólo se han observado en 13 años apenas unos 12.000 ejemplares”, afirma el texto.
“Triste situación esta del llamado Uruguay Natural que aparece temeroso e incapaz de proteger su fauna nativa, la biodiversidad y la calidad ambiental. Poco queda ya de las grandes bandadas de aves migratorias y permanentes que surcaban los cielos del país no hace más de 40 años atrás”, añaden.
Finalmente, Movus hizo un llamado a la reflexión y a la acción a los responsables del Poder Ejecutivo, en especial del Ministerio de Ambiente, para que “en un gesto de compromiso con las generaciones futuras” dispongan la prohibición nuevamente de la matanza de estas especies y se encarguen los estudios y trabajos necesarios para evitar su extinción.
“Quedan dos días”, cierra el texto.