La exministra de Vivienda y actual senadora de Cabildo Abierto, Irene Moreira, se refirió a su salida del ministerio y a la adjudicación de un apartamento a una militante del partido.
“Con el diario del lunes te puedo decir que, quizás, no fue una decisión acertada, pero la ciudadana cumplía todos los requisitos. Hay un camino en el ministerio y fueron los técnicos [los que] dijeron que sí. Ni la ministra ni ningún funcionario se quedó con un peso y acá no se le regaló una casa”, expresó Moreira este lunes en diálogo con Informativo Sarandí.
Estas declaraciones de la exministra van en la misma línea que las del senador y líder de Cabildo Abierto, su esposo, Guido Manini Ríos, quien dijo, en diálogo con Montevideo Portal, que “si pudiera volver atrás”, él mismo no hubiera otorgado ese apartamento.
A su vez, las nuevas declaraciones de Moreira contrastan notoriamente con lo que dijo el viernes 5 de mayo en conferencia de prensa, cuando hizo un balance de su gestión y anunció asumiría su banca en el Senado el lunes 8: “Si hoy me lo consultan, volvería a tomar la misma decisión, amparada por el marco normativo por la que se brindó una solución habitacional en régimen de modalidad de alquiler con opción de compra, en el marco del programa de licitación que esta ciudadana deberá afrontar el pago de la misma. Nadie le regaló nada. La ciudadana lo tendrá que pagar por 30 años. Esta jefa de familia, madre, con una menor a cargo, a la fecha con ingresos muy bajos y con una vulnerabilidad. Lo haría de nuevo”.
Por otra parte, Moreira indicó que en la adjudicación “no hay cheque en blanco; hay un expediente de seis meses de estudio que dice que sí correspondía”. “Era una persona, madre, una menor a cargo y un desalojo en puerta”, agregó.
En este sentido, afirmó que la militante fue “amenazada” y que se dijeron varias cosas que no eran ciertas. “Le inventaron una casa [en Punta Gorda] y una empresa [en Zonamerica] que no tenía”, sostuvo Moreira.
Además, se refirió a la casa adjudicada a una mujer que trabajó como empleada doméstica en su hogar. “Quizás por esa sensibilidad, le di algo para que ella pudiera hasta que encontró una solución”, manifestó.
“Las necesidades de las personas no tienen color político; cuando vas a un asentamiento, eso es grave y hay que buscar una solución”, agregó.
“Yo me sentí usada”
Por otro lado, apuntó contra el Gobierno y sostuvo que su situación fue “armada” y se midió con una “vara diferente”. “Yo me sentí usada, me siento como que me arrancaron las manos, los brazos, porque molestaba”, dijo la senadora.
“Siempre han puesto a Cabildo Abierto como la piedra en el zapato de la coalición. Siempre nos están pegando. Mi caso fue armado y ejecutado”, afirmó la exministra de Vivienda.
“Lo que hay es una vara diferente para marcar un accionar que había un marco legal para hacerlo, pero la vara fue diferente. No tuve posibilidad ni de defender la gestión”, sostuvo.
Al ser consultada sobre si esa crítica era para el presidente Luis Lacalle Pou, respondió: “¿Y quién fue que me destituyó?”.
De igual manera, explicó que su postura en la Mesa Política del partido fue la de quedarse en la coalición de gobierno. “Hay que seguir trabajando para la gente”, afirmó.