El gobierno argentino anunció este lunes que suspende la exportación de carne vacuna durante 30 días para contener el aumento de los precios internos, y el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Carlos María Uriarte, explicó de qué manera puede impactar esto en la industria nacional.
"No podemos seguir viendo cómo la carne crece en los precios sin ningún justificativo. Lo más llamativo es que crece el precio de la carne y baja el consumo. No es que el precio sube porque la demanda crece. Hoy estamos consumiendo el nivel más bajo de carne. Y crecen los precios sin parar", dijo este martes el presidente argentino, Alberto Fernández.
En declaraciones a Radio 10, el mandatario consideró que "el tema de la carne se desmadró" y agregó: "Lo que tenemos que hacer es volver a poner el precio de la carne en sintonía con la capacidad de comprar de un argentino, no con la capacidad de compra de quien exporta del exterior".
Por su parte, el ministro de Ganadería uruguayo dijo a Montevideo Portal que "la salida del mercado de un actor tan importante como es Argentina, que exporta unos US$ 3.000 millones de carne (al año), obviamente genera un fortalecimiento de las necesidades de carne del mercado, en este caso de parte de China".
El jerarca aseguró que esto puede acelerar "el ritmo de exportación" de carne de Uruguay a China, fundamentalmente, pero alertó que también implica riesgos.
"Lo vemos con cierto grado de preocupación", dijo Uriarte sobre la medida del gobierno argentino, porque la mayor demanda de China puede aumentar los precios internacionales en un primer momento, y desplomarlos luego.
"Se puedan dar niveles de precios (altos) como los que se dieron en 2019, que después determinaron reacciones de los mercados o medidas espejo. Como los precios se iban tan altos, China resolvió cortar sus importaciones y renegociar todo lo que se había hecho en ese momento", recordó Uriarte, quien sentenció que "preferiríamos mantener un nivel de precios favorables y constantes, porque a picos de alta, le siguen normalmente picos de baja".
La demanda china y el paro argentino
El presidente de Argentina hizo referencia este martes al "boom" de China como demandante de carne argentina, ya que hoy el 75 % de lo que se exporta va al gigante asiático. "Lo que también pasó es que como la demanda fue tan grande, el precio internacional subió tanto, esos precios empezaron a competir con los precios del mercado interno", explicó Fernández.
"Ha sido una gran tentación la aparición de China comprando carne, porque pagan precios muy altos y para todos se vuelve una oportunidad única", enfatizó, y llamó a "terminar con los exportadores que exportan carne como exportan camisas", al remarcar que "para poder ser exportadores de carne hay que cumplir ciertos requisitos".
La medida, además de generar fuertes críticas por parte de miembros de la oposición y representantes del sector exportador, llevó a la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias a convocar a un paro de comercialización de todas las categorías de hacienda vacuna del 20 al 28 de mayo.
"Es un error el cierre de exportaciones de carne. Marcha atrás para el desarrollo y crecimiento de la ganadería", expresó en Twitter las Confederaciones Rurales Argentinas.
Uriarte relativiza el impacto
El ministro de Ganadería destaca que la medida tomada por el gobierno argentino no puede compararse con la adoptada en gobiernos kirchneristas.
En 2006 el entonces presidente, Néstor Kirchner, cuando dispuso la suspensión de las ventas al exterior. El año anterior, Argentina había exportado 700.000 toneladas.
Unos años después, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner estableció registros para exportar y en 2015, al final de su mandato, Argentina vendía menos de 200.000 toneladas en el mundo.
Por último, en 2020, Argentina exportó 900.000 toneladas de carne, por las que recaudó más de US$ 2500 millones.
"Cuando Argentina se sale como proveedor, la necesidad de suministro de China aumenta, más teniendo en cuenta que es un país que está pasando por un momento complicado para el suministro de proteína animal, porque la peste porcina sigue haciendo estragos, y a esto se le suma que Australia no es el proveedor que era", destacó Uriarte.
"Lo que hay que tener en cuenta es que esta medida no es igual a la que tomó Kirchner, que fue por años, porque esto es por 30 días. El agujero que puede dejar en el mercado chino en estos momentos no es el mismo que el que dejó hace años. El agujero de un mes es más fácil de sustituir que cuando pasa más tiempo", explicó el ministro.
"La oportunidad de subsanar ese error"
El ministro también se refirió al "error" de etiquetado en empaques de carne bovina uruguaya con destino a China, por el que la autoridad aduanera del gigante asiático suspendió temporalmente la habilitación del frigorífico BPU.
"Lo que sucedió fue que en el etiquetado de la carne se utilizó un término (‘trimming'), que estaba explícitamente acordado entre ambos países que no estuviera incluido, en un protocolo firmado en diciembre de 2018. El término ‘trimming' despierta una particular sensibilidad en el consumidor chino, porque es considerada carne de baja calidad, carne de barrido, carne picada; y no tiene el mismo significado que tiene para el mundo occidental", explicó Uriarte.
Por este error, el gobierno destituyó a los directores de Servicios Ganaderos, Eduardo Barre, y de Industria Animal, Gustavo Rossi, integrantes del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). El ministro descartó que su renuncia haya estado arriba de la mesa.
En cuanto al error, Uriarte dijo: "estamos en pleno trabajo para arreglarlo".
"Valoramos mucho la disponibilidad de las autoridades sanitarias chinas de darnos la oportunidad de subsanar ese error y lo estamos haciendo. Todavía hay contenedores que no llegaron (a China), hay contenedores que dieron vuelta, hay contenedores que se redireccionaron y hay contenedores que están haciendo el trámite de ingreso", concluyó.