Esta mañana, al anunciar las medidas para la reapertura del centro Tiburcio Cachón, el ministro de Desarrollo Social Pablo Bartol se refirió a la muerte reciente de un hombre en situación de calle el pasado sábado.
Se trata de una persona que se había negado a alojarse en los centros de refugio, lo que reactivó la polémica sobre la internación compulsiva de personas en los días de más frío.
Bartol dijo que "fue un golpe duro" para todos. "Hemos insistido en que queremos que vivan en los dispositivos que tenemos. Entiendo que hay gente que no se siente a gusto y prefiere la calle, como pasó con este señor. Estamos intentando mejorar las condiciones de los refugios y con nuevas propuestas para que vivan de otra manera", dijo Bartol, según recogió Leo Sarro para Montecarlo.
Con respecto a si se iba a aplicar la Ley de Faltas para retirar a las personas de la calle, replicó: "Vamos a aplicar todo lo que sea necesario, pero primero queremos mejorar las condiciones Tampoco podemos llevar a gente a lugares donde entienden que están peor que en la calle", agregó.
"Hemos hecho un cambio de actitud fuerte. Se acabó lo de que tienen derecho a estar en la calle. La calle es una situación desgraciada y no es ningún derecho, el derecho es a la vivienda. El cambio de actitud es pedir a los equipos móviles que insistan y una y otra vez. Es difícil ir contra la voluntad de una persona que se resiste. Cuando vemos que hay problemas de salud, sí se puede sacar y llevar para que recuperen la salud. Pero luego, personas con un estado de salud razonable es muy difícil", remarcó.
El ministro dijo que se realizará un nuevo censo de personas en situación de calle y agregó que en los últimos tiempos ha habido un aumento importante de gente en la calle, por motivos de la crisis sanitaria y resultante crisis económica, por ejemplo con gente que hacía la diaria y que dejó de poder pagar sus pensiones.