La multinacional brasileña Minerva Foods compró en las últimas horas las plantas frigoríficas de Salto, San José y Colonia a Marfrig, que contaba con cuatro plantas en el país. Entre los tres frigoríficos faenan aproximadamente el 18% de todos los vacunos del país.
Según informó Blasina y Asociados, la operación se dio en el marco de la adquisición por parte de Minerva de 16 plantas para aumentar su capacidad en Brasil, Uruguay, Argentina y Chile, por un valor de US$ 1.500 millones. Hasta el 12 de agosto, según los datos de Instituto Nacional de Carnes (INAC), las tres plantas de Minerva (PUL, Carrasco y Canelones) faenaron 267.140 vacunos, el 19,9% del total del país.
Hace un par de semanas, Minerva también adquirió el frigorífico uruguayo BPU, que pertenecía a la firma japonesa NH Foods. Para esta compraventa, se requirió de la aprobación de la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay. Tras esta operación, entre Minerva y Marfrig sumaban el 52% del total de la faena del país.
Con esta operación en la que adquiere tres nuevas plantas en Uruguay, Minerva ahora se acerca al 45% de la capacidad total de faena en el país, mientras que Marfrig conserva el frigorífico Tacuarembó, una planta de procesamiento y enlatado en Fray Bentos y un feedlot ubicado en Río Negro.
El senador del Partido Nacional y productor rural, Sebastián Da Silva, cuestionó la compraventa y el impacto que tendrá para el productor ganadero la concentración del mercado.
“Es un dato complicado para el paisano. Las fusiones billonarias impactan en Maria Albina. Hay que repensar la ley de defensa de la competencia. El país más ganadero del mundo necesita garantías, no monopolios”, cuestionó Da Silva, que dijo a Montevideo Portal que la operación “implica una concentración del mercado que perjudica a la ganadería nacional” y adelantó que tomará acciones políticas vinculadas a la defensa de la competencia.