A despecho de las reiteradas advertencias al respecto, la estafa conocida como “cuento de los billetes” continúa acumulando víctimas en todo el país.
El dolo presenta una casuística variada, pero suele encajar a grandes rasgos en el siguiente modus operandi: una persona llama a la víctima, generalmente un adulto mayor, y se hace pasar por un pariente cercano. En ocasiones los estafadores conocen de antemano información sobre la familia, pero en la mayoría de los casos simplemente entablan conversación y es su interlocutor quien revela esos datos.
Una vez conseguida esa primara fase del engaño, el falso pariente le dice que por algún motivo —cambio del papel moneda, inminente devaluación o crack financiero, etc.— los ahorros que guarda en casa perderán su valor, y añade que enviará a una persona de su confianza —a menudo se invoca la figura de un funcionario bancario— para llevárselo. En la charla se le dice que el dinero será depositado a buen recaudo, o bien que en breve se le repondrá con billetes nuevos.
Luego llega la etapa final: el enviado del falso familiar visita a la víctima y se apodera del dinero.
De ese modo se desarrolló en las últimas horas un nuevo caso en el barrio Villa Española, estafa que resultó llamativa por lo abultado de la suma con la que se alzaron los timadores.
Según informara Telemundo, una mujer de 80 años cayó en la trampa de un falso familiar que le dijo que su dinero perdería valor. Engañada, entregó nada menos que 45 mil dólares y 3 millones de pesos, dinero que había recibido recientemente por una herencia.
Luego de entregar el dinero y no recibir más noticias, la víctima se percató de que había sido estafada y llamó a la policía.
Ahora las autoridades procuran localizar a los estafadores. Uno de los elementos importantes en esta tarea será la revisión de las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, ya que estos registros podrían permitir la identificación de la persona que concurrió al domicilio de la anciana.