El exdirector del Comcar Carlos Taroco fue condenado mediante un proceso abreviado a tres años en prisión, tras aceptar los delitos de cohecho calificado y revelación de secreto, por colaborar con el exsenador nacionalista Gustavo Penadés en el armado de la trama que tenía la intención de librarlo de responsabilidades.
Precisamente, Taroco colaboró y fue parte clave del flujograma con información privada de las víctimas, cuya identidad la Justicia estableció como reservada. Uno de los puntos que la fiscal de Delitos Sexuales de 6° Turno, Alicia Ghione, logró dejar establecido es que el exfuncionario policial recibió dinero y “beneficios económicos” por parte de Penadés.
Sin embargo, no fue el exnacionalista quien le hizo las transferencias y giros bancarios, sino el exfuncionario del Parlamento del Mercosur Diego Cuiñas, que además ofició desde el comienzo como el nexo entre el exsenador y Taroco.
Gracias a las pericias sobre el celular que tenía operativo Taroco, se pudo corroborar que Cuiñas envió varias transferencias bancarias por miles de pesos cada una. En la audiencia, Ghione dejó en claro que no se puede establecer el monto total porque los pagos fueron varios, según información de la instancia a la que accedió Montevideo Portal.
La fiscal explicó que el diálogo entre Taroco y Cuiñas era variado, y que en ningún momento el exjerarca carcelario le dijo “te cobro tanta plata por este trabajo”.
Presumiblemente, parte del dinero que salía del bolsillo de Penadés iba a parar a otros efectivos que ayudaron al exdirector en la búsqueda de información sobre los denunciantes.
Sobre los beneficios económicos, lo que pudieron establecer las autoridades es que se trató de determinados “canjes” o “costos” que Penadés cubría a pedido de Taroco, siempre a través de Cuiñas.
A partir de sus charlas quedó comprobado que Taroco le pidió a Cuiñas una casa del Ministerio del Interior, algo que las conversaciones no muestran que se haya concretado. El intercambio sí da cuenta de que el expolicía recibió cientos de miles de pesos por el trabajo aunque, como se dijo anteriormente, no hay constancia de que todo haya ido a parar a su bolsillo. Se estima que se quedó con la mayoría del dinero.
De logia a logia
Taroco y Cuiñas son parte de la masonería uruguaya, pero integran diferentes logias. En un comienzo, la defensa del expolicía argumentó que su cliente no recibió dinero a cambio de la actividad ilícita que llevó adelante.
Sin embargo, esto quedó descartado en la medida que la fiscal Ghione y su equipo reunió las pruebas que salieron del celular del propio Taroco, entre otros orígenes.
De hecho, en la audiencia del lunes los abogados de Taroco aseguraron que quien estuvo detrás del flujograma fue Cuiñas y no su defendido, e incluso mostraron disconformidad con la pena que acordó el exfuncionario del Parlasur con el Ministerio Público. El acuerdo abreviado implicó que Cuiñas reconociera los delitos de asociación para delinquir y tráfico de influencias, por lo que pasará 36 meses de libertad a prueba y prisión domiciliaria.
Taroco, además de los tres años de prisión, pasará el mismo tiempo inhabilitado para ejercer cargos públicos, deberá pagar una multa de 51 Unidades Reajustables (UR) y tendrá que realizar una reparación patrimonial a las víctimas, tal como fue establecido en la Ley de Género.