La pasantía que no le renovaron a Javier Milei en 1993 en el Banco Central de la República Argentina, cuando era estudiante de Economía, fue uno de los temas más candentes del debate presidencial del pasado domingo entre el libertario y el candidato oficialista Sergio Massa.

Allí, el postulante por Unión por la Patria deslizó que la razón de esta desvinculación fue una prueba psicológica que habría dado resultados poco auspiciosos al libertario.

Sin embargo, no fue un psicotécnico, sino dos informes negativos los que desplazaron a un veinteañero Milei de la institución que hoy quiere destruir, según informó La Nación con base en fuentes que trabajaban en esa época en el Banco Central (BCRA). Estos documentos daban cuenta de que el pasante tenía “serias dificultades para acatar órdenes y seguir instrucciones”.

Uno de los integrantes del BCRA que habló con el medio argentino dijo que Milei simplemente “no obedecía instrucciones”.

Entre los episodios relatados, se dio cuenta de que se le sugirió al hoy candidato presidencial adaptarse a “los usos y costumbres de la entidad” a nivel de vestimenta y peinado. Su reacción fue un rechazo desmedido y explosivo a este consejo, lo que generó disconformidad entre sus superiores de ese momento.

Más allá de este episodio, el primer informe negativo apareció cuando el alumno de la Universidad de Belgrano se negó a trabajar en temas de “economía aplicada” y solo quería dedicarse a la “economía teórica”. Una fuente de La Nación, identificada como su jefa por ese entonces —aunque no da su nombre completo—, dijo que se le concedió este pedido y que Milei “mostró flaquezas conceptuales”, por lo que ese mal desempeño quedó asentado en un primer documento.

De todas maneras, desde el banco decidieron darle otra oportunidad y lo trasladaron a la división de Reservas Internacionales, dado que él había manifestado que sabía inglés. En este segundo lugar detectaron que Milei no tenía las habilidades suficientes de comunicación en ese idioma como para interactuar con extranjeros, requisito imperioso para trabajar en esa área. Por tanto, su jefe elaboró un nuevo informe negativo.

“Los dos informes fueron negativos porque Javier se resistía a acatar las instrucciones que le daban”, concluyeron las personas que recordaban al candidato de La Libertad Avanza en el Banco Central argentino.