El presidente argentino, Javier Milei, dijo el martes que la
universidad pública “no está en discusión”, pero afirmó que no cederá a los
reclamos por más presupuesto cuando se multiplican las protestas estudiantiles
en las altas casas de estudios.
“Acá no está en discusión la universidad pública ni que sea no arancelada. Eso no se toca”, dijo Milei en una entrevista con el canal de televisión LN+. “Gratuita no es, alguien la está pagando, la pagan los que no van”.
“Yo no voy a ceder”, advirtió el presidente, consultado sobre los reclamos que ponen el eje en los magros salarios de los docentes, que se sitúan bajo la línea de la pobreza y están causando masivas renuncias, según alertaron los rectores de las principales universidades públicas que concentran el 80% de la matrícula superior.
El presidente vetó hace dos semanas una ley que aumentaba fondos para las universidades por considerar que ello ponía en jaque el equilibrio fiscal, pilar de su gobierno, pese a que la oficina de presupuesto del Congreso calculó su impacto en 0,14% del PIB.
Los estudiantes se pusieron en pie de guerra luego de que el Congreso ratificara el veto presidencial el miércoles pasado pese a masivas marchas para reclamar mayor presupuesto para las universidades.
Milei ha centrado su postura en las auditorías a las universidades, al echar un manto de sospecha sobre la adjudicación de los fondos públicos que estas reciben.
“Este revuelo es tomar una causa noble, como la universidad y ocultar los curros (delitos) de los delincuentes”, afirmó el presidente. “¿Por qué tanto problema porque las queremos auditar? ¿Quién no quiere ser auditado? El que está sucio”.
Las universidades cumplen con auditorías internas ordinarias, sin embargo la Auditoría General de la Nación (AGN) tiene pendiente su plan de revisiones, que incluye a varias universidades. Este plan debe ser aprobado por una comisión parlamentaria cuya conformación no ha sido completada por el propio gobierno. Por otro lado, la ley argentina no establece la periodicidad con la que la AGN debe auditar a las universidades.
Milei desafió al Congreso a que reasigne las partidas del presupuesto para financiar las demandas universitarias.
“Pueden discutir el presupuesto y poner el número que quieran. Mientras me respeten el déficit cero, no me importa”, dijo el presidente. “Que digan a quién le sacan”, agregó.
El gobierno prorrogó para 2024 el presupuesto universitario de 2023 pese a que la inflación, de las más altas del mundo, marcó en septiembre un 209% interanual.
Para 2025, el gobierno presupuestó para las universidades públicas la mitad de los fondos que los rectores manifestaron necesario para garantizar el funcionamiento.
AFP