El flamante presidente de Argentina, Javier Milei, declaró en cadena nacional este miércoles que firmó un decreto “de necesidad y urgencia” que incluye más de 300 “reformas” para “comenzar el proceso de regulación económica” que el país “tanto necesita para poder comenzar a crecer”.
“El objetivo es comenzar el camino de reconstrucción de nuestro país, devolverle la libertad y la economía a los individuos y empezar a desarmar la enorme cantidad de regulaciones que han impedido, entorpecido y detenido el crecimiento económico en nuestro país”, detalló el mandatario, rodeado por su gabinete.
Así, el jerarca listó 30 de las más de 300 propuestas incluidas en la norma. Algunas de ellas son: la derogación del Observatorio de Precios del Ministerio de Economía, para “evitar la persecución de las empresas”; la derogación de las leyes de Promoción Industrial y Promoción Comercial; la derogación de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas; la transformación de todas las empresas del Estado en sociedades anónimas “para su posterior privatización”, y una reforma del código aduanero para “facilitar el comercio internacional”.
Sobre este último punto, Milei acotó: “Desde el día de hoy, queda prohibido prohibir las exportaciones”. En tal sentido, el senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva reaccionó a las palabras del presidente argentino y sostuvo que “una Argentina pujante con sus exportaciones obligará” a Uruguay a “ser mejores”.
De todas formas, de acuerdo con Milei, este proyecto es “solo el primer paso”, ya que “en los próximos días” se convocarán sesiones extraordinarias en el Congreso del vecino país y se enviará un paquete de leyes pidiendo al Parlamento “la colaboración para avanzar en este proceso de cambio que la sociedad eligió en un contexto de crisis que requiere acción inmediata”, manifestó. Al respecto, enfatizó en que los diputados y senadores argentinos “enfrentarán la decisión histórica” de elegir entre “ser parte de este cambio u obstruir el proyecto de reformas más ambicioso de los últimos 40 años”.
“Confío en que los representantes defenderán los intereses de los argentinos y no los de la casta, que se han beneficiado durante décadas de este sistema empobrecedor”, concluyó Milei.