El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ordenó suspender las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Ecuador, luego que policías de este país irrumpieran en la Embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.
El ex número dos de los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno había sido concedido con el asilo del gobierno mexicano este viernes. Por este motivo, para el mandatario mexicano, el operativo de la Policía ecuatoriana se trató de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México.
“Me acaba de informar Alicia Bárcena, nuestra secretaria de Relaciones Exteriores, que policías de Ecuador entraron por la fuerza a nuestra embajada y se llevaron detenido al exvicepresidente de ese país quien se encontraba refugiado y tramitando asilo por la persecución y el acoso que enfrenta”, informó López Obrador través de su cuenta en Twitter.
“He instruido a nuestra canciller que emita un comunicado sobre este hecho autoritario, proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”, agregó el mexicano.
Bárcena, canciller mexicana, confirmó “el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador”, alegando que se trató de una “flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”. De acuerdo con lo que dijo, Glas se encontraba en la embajada de México en Quito desde el 17 de diciembre de 2023.
Sin embargo, la noche de este viernes los efectivos ecuatorianos ingresaron al recinto consular para aprehender a Glas. Se pudo observar a policías trepar paredes y vallas de la sede diplomática y luego salir de esa residencia, que estuvo desde temprano fuertemente custodiada por militares, en un momento de tensión entre ambos gobiernos.
La Policía Nacional ecuatoriana trepó por los muros de la sede diplomática mexicana para capturar a Glas, sobre quien pesaba una orden de prisión preventiva por un caso de presunta corrupción en el que está actualmente procesado, tras haber pasado entre 2017 y 2022 cerca de cinco años en la cárcel por dos condenas vigentes por delitos que él rechaza al considerar que es víctima de una persecución política en su contra.
El jefe de la Cancillería y Asuntos Políticos de la Embajada, Roberto Canseco, en declaraciones a periodistas denunció que los agentes ecuatorianos irrumpieron y agredieron al personal de guardia de la sede diplomática. “Esto es totalmente inaceptable, esto no puede ser, es la barbarie”, señaló Canseco y aseguró que los agentes lo golpearon cuando los encaró para tratar de impedir que violaran el espacio de la Embajada de México en Quito.
“Como delincuentes allanaron la Embajada de México en Ecuador. Esto no es posible. No puede ser. Es una locura”, dijo visiblemente alterado antes de expresar su preocupación por Glas “porque pueden matarlo”.
Una fuente cercana a los acontecimientos aseguró a EFE que Glas fue detenido en la dependencia diplomática y fue trasladado a una unidad de la Fiscalía en Quito, aunque las autoridades ecuatorianas, de momento, no se han pronunciado sobre este caso.
Luego de alojarse en la Embajada de México en Quito, un juez ordenó a inicios de este 2024 la captura e ingreso en prisión preventiva de Glas. Allí había llegado después de haber sido imputado por presunto peculado (malversación de fondos públicos) en el caso 'Reconstrucción' de la provincia costera de Manabí, tras el fuerte terremoto sucedido en 2016.
El gobierno de Noboa tilda a Glas de “delincuente”
En un comunicado, el Gobierno de Ecuador afirmó que “ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político” y que Glas “ha sido condenado con sentencia ejecutoriada (en firme) y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes”.
Además, aseguró que “al haberse abusado de las inmunidades y privilegios concedidos a la misión diplomática” y que México haya concedido el asilo a Glas, “contrario al marco jurídico convencional, se ha procedido con su captura”.
“Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad”, añadió la Presidencia ecuatoriana, que reiteró su “respeto al pueblo mexicano que comparte nuestro sentir por la lucha contra la corrupción que afecta a neutros países”.
Un precedente inmediato
Desde que el Gobierno de México había anunciado la decisión de otorgar el asilo político a Glas, la Embajada se encontraba fuertemente resguardada en sus exteriores para evitar un nuevo episodio como el ocurrido hace poco más de un año con la exministra correísta María de los Ángeles Duarte.
En aquel caso, fue Argentina, bajo el Gobieno del presidente peronista Alberto Fernández, el país que concedió el asilo político solicitado por Duarte tras más de dos años alojada en la residencia del embajador argentino junto a su hijo menor de edad.
Sin embargo, el entonces presidente ecuatoriano Guillermo Lasso no aceptó entregar el salvoconducto que le permitiese a Duarte salir del país rumbo a Buenos Aires sin ser detenida, por lo que la exministra fue capaz de salir de Ecuador sin que las autoridades ecuatorianas se percatasen, lo que desató una crisis diplomática con Argentina en la que ambos países expulsaron a sus respectivos embajadores.
Glas, en prisión entre 2017 y 2022
En el caso de Glas, el exvicepresidente había llegado a finales de diciembre de 2023 a la Embajada de México, tras ser imputado por presunta malversación de fondos en el caso 'Reconstrucción' de la provincia de Manabí, luego del fuerte terremoto de 2016.
Glas, que a finales de 2022 salió en libertad tras cumplir cinco años de cárcel por dos condenas por cohecho y asociación ilícita de ocho y seis años de prisión, respectivamente, se encuentra procesado por presunto peculado (malversación) en el caso 'Reconstrucción' de la costera provincia de Manabí tras el terremoto de 2016.
El exvicepresidente, que se considera inocente y un perseguido político víctima de 'lawfare', llegó a la Embajada de México en Quito cuando todavía no pesaba sobre él una orden de detención, y a inicios de este año un juez ordenó su captura e ingresó en prisión provisional.
Repercusiones
El expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017) aseguró este sábado que el actual mandatario, Daniel Noboa, confunde al país “con una de sus haciendas bananeras”, después de que el Gobierno ecuatoriano decidiese entrar a la fuerza en la Embajada de México para detener a Glas.
En un tuit, Correa destacó el carácter insólito del ingreso de las autoridades ecuatorianas a la sede diplomática de México en Quito para arrestar a Glas al aseverar que “no tiene precedentes en la historia latinoamericana”.
“Ni en las peores dictaduras se ha violado la embajada de un país. No vivimos un Estado de derecho, sino un Estado de barbarie, con un improvisado que confunde la patria con una de sus haciendas bananeras”, dijo Correa en referencia a Noboa, cuya familia posee el mayor emporio bananero del país, primer exportador mundial de ese fruto.
“Responsabilizamos a Daniel Noboa de la seguridad e integridad física y psicológica del exvicepresidente Jorge Glas. A México, su pueblo y su Gobierno, nuestras disculpas y admiración eterna. ¡Hasta la victoria siempre!”, concluyó el exmandatario.
La ecuatoriana Cristina Reyes, presidenta del Parlamento Andino, señaló tras el allanamiento a la Embajada de México en Quito, que su país entró en un “grave conflicto internacional”.
“Por darle gusto a un grupo de odiadores acaban de meter al Ecuador en un grave conflicto internacional, imperdonable”, escribió quien fuera asambleísta del anticorreísta Partido Social Cristiano de Ecuador.
Excancilleres, políticos y candidatos presidenciales apoyaron la decisión del Gobierno de México de romper relaciones con Ecuador, al coincidir en que se transgredió el derecho internacional y la soberanía mexicana.
El excanciller Marcelo Ebrard (2018-2023) publicó en Twitter que la entrada de policías ecuatorianos a la Embajada de México en Quito “no tiene precedentes” y respaldó la decisión de López Obrador de suspender las relaciones diplomáticas, tras el ataque a la soberanía de México.
La también extitular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (2015-2017) Claudia Ruíz Massieu indicó a través de la misma red social que el ingreso de policías o cualquier otra fuerza a la embajada de cualquier país es una “grave violación al derecho diplomático”. Consideró que por este acto la comunidad internacional debería condenar en sus términos más fuertes la irrupción en la embajada mexicana.
La presidenta del Senado mexicano, Ana Lilia Rivera, también condenó la irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada mexicana y consideró un acto de violación a la Convención de Viena y la soberanía del país. “Exigimos respeto a nuestra soberanía y a la integridad de nuestra embajada y del personal diplomático”, expuso en Twitter.
La candidata presidencial opositora, Xóchitl Gálvez, también se pronunció en contra de la captura de Glas. “Sobre lo ocurrido en la Embajada Mexicana en Ecuador: Se puede o no estar de acuerdo con la impartición de la justicia en otros países, pero las sedes diplomáticas de cualquier nación extranjera son inviolables”, expuso.
En tanto, la candidata del oficialismo en México, Claudia Sheinbaum, indicó que la irrupción en la embajada mexicana también es “una afrenta a la diplomacia y el derecho internacional que es inadmisible”.
“Expreso toda mi solidaridad y respaldo al presidente López Obrador en la defensa de nuestra soberanía”, abundó.
A su vez, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) calificó de gravísima la irrupción de policías en la Embajada de México en Quito y tildó esa operación como un acto fascista.
“La violación de la Embajada de México en Ecuador es un acto fascista de extrema gravedad que atenta contra las relaciones diplomáticas y el derecho internacional”, señaló la Conaie, la organización social más importante del país y altamente crítica con la gestión del presidente ecuatoriano, el empresario Daniel Noboa.
“Las embajadas representan la soberanía de los países que las albergan y están protegidas por el principio de inviolabilidad consagrado en la Convención de Viena”, recordó la Conaie en un mensaje por redes sociales y dijo que también podría mostrar un “desprecio absoluto por las normas internacionales”.
“Es preocupante observar cómo el Gobierno autoritario y fascista de Ecuador recurre a la fuerza para asegurar sus trofeos políticos”, agregó el grupo indígena que teme un efecto nocivo en las relaciones entre México y Ecuador.
Esa operación de fuerza “también envía un mensaje peligroso a la comunidad internacional”, concluyó la organización indígena.
En base a información de EFE.