La Justicia trabaja en establecer las circunstancias en las que se produjo el fallecimiento de dos albañiles en el departamento de Soriano.
Tal como informáramos oportunamente, el trágico episodio ocurrió el pasado jueves en un establecimiento rural en las afueras de la ciudad de Mercedes. Allí, dos hombres que realizaban obras en un pozo de agua se precipitaron dentro de la cavidad. Bomberos mercedarios que intentaron un primer rescate debieron ser asistidos a su vez, debido a que estuvieron a punto de perder el conocimiento y correr la misma suerte que las víctimas.
Finalmente, en la mañana del viernes un equipo de Bomberos procedente de Montevideo logró extraer los cuerpos de los malogrados trabajadores.
En las últimas horas, la agencia noticiosa sorianense Agesor accedió a la información de la autopsia practicada a los restos de los fallecidos. De acuerdo con dicho informe, los albañiles no tenían agua en los pulmones, lo que descarta la hipótesis de muerte por inmersión.
Esta constatación indica que las víctimas del siniestro ya habían fallecido cuando cayeron al agua, y la causa de la muerte sería entonces la inhalación de monóxido de carbono, gas que —tal como se lee líneas arriba— estuvo a punto de provocar la muerte también a los socorristas.
El informe detalla que el tóxico gas provendría del motor de la bomba de agua del pozo en cuestión, cuya llave de encendido fue hallada en posición “ON”.
El informe de la autopsia y el resto de las pericias que se están llevado a cabo constituirán el material con el que Carlos Chargoñia, fiscal a cargo del caso, determinará eventuales responsabilidades en el lamentable episodio.
Por otra parte, el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) solicitó que la Inspección General del Trabajo del Ministerio de Trabajo y seguridad Social interviniera para determinar si los trabajadores se desempeñaban en apropiadas condiciones y con los implementos de seguridad necesarios. Por tal razón, dicha inspección tomó cartas en el asunto.