El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter el día después de ganar las elecciones que lo enfrentaban al actual mandatario Jair Bolsonaro.
“Pensaron que habían terminado con mi vida política. Que me habían destruido. Pero estoy aquí de nuevo”, escribió el flamante gobernante, y agregó: “Firme, fuerte y apasionado. No hay nada que me haga flaquear”.
Y terminó su mensaje con un saludo: “Buenos días y buena semana para todos”. Lula, el obrero metalúrgico que fundó el Partido de los Trabajadores en 1980 y gobernó el país entre 2003 y 2010, asumirá un tercer mandato a partir del próximo enero, y tendrá como vicepresidente a un antiguo adversario, el exgobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, un liberal de perfil conservador.
El izquierdista se ufana de haber dejado el poder en 2010 con una popularidad del 85%, alcanzada con una gestión liberal en lo económico, unas tasas de crecimiento que promediaron el 4%, un agudo acento social que sacó de la pobreza a 32 millones de personas, políticas que redujeron el desempleo al 4% y una vasta ampliación del acceso a la educación.