En la madrugada del lunes, un incendio se desató dentro de una modesta finca en el barrio Murguía, de la ciudad de Melo.
En la casa reside Adriana Pena con sus tres hijas, dos mellizas de 17 años y una de 15. En declaraciones al medio local La Red Independiente dijo que el fuego se inició en una habitación adjunta en la que vive su hermano, y donde —en circunstancias a determinar— habría ardido un colchón.
Pena estaba sola cuando se produjo el fuego, y la situación podría haber terminado en tragedia de no ser por la intervención de Rambo, el perro de la familia.
La mujer explicó al citado medio que el animal es siempre “muy respetuoso” y no sube a las camas. Sin embargo, ante la situación de emergencia, modificó esa rutina: saltó una y otra vez a las cuchetas de las menores y a la cama de la mujer, y ladró incesantemente.
“Si no fuera por Rambo, que me empezó a despertar ansiosamente, yo ya habría fallecido por inhalación de monóxido de carbono o literalmente quemada”, expresó con gratitud la dueña de casa.
La providencial intervención de Rambo salvó la vida de la mujer, pero las pérdidas materiales fueron muy serias, ya que el inmueble resultó dañado y Adriana y sus hijas perdieron sus bienes y efectos personales.
Quienes quieran colaborar con ellas pueden comunicarse al teléfono 097 960 692 o —si están en Melo o aledaños— dirigirse en calle Joaquín Arboleya 1653 en el barrio Altos de Moliterno, detrás del liceo 4.