Un equipo médico del Hospital Universitario de St. Vincent, en Dublín, Irlanda, se llevó una sorpresa mayúscula al observar una radiografía practicada a una mujer de 65 años. Dentro del cuerpo de la paciente había 55 pilas, acumuladas allí luego de ser ingeridas.
Según informara el periódico local especializado Irish Medical Journal, la mujer tragó los objetos en diferentes ocasiones y con la intención de autolesionarse.
De acuerdo con el citado medio, los médicos que atendieron a la mujer notaron formas anómalas en las pruebas de rayos X practicados a la mujer. Estudios más precisos permitieron apreciar que se trataba de pilas.
En total, los profesionales contaron 55 pilas, algunas de tipo AA y otras AAA, localizadas en el estómago y los intestinos de la paciente. En un primer momento decidieron esperar un poco para que los objetos fueran expulsados de manera natural. Sin embargo, al cabo de una semana la mujer solo había eliminado cinco pilas y sus dolores iban en aumento. Por ello, se optó por un procedimiento quirúrgico: un pequeño corte en el abdomen fue suficiente para retirar las baterías.
“Este caso representa el mayor número reportado de pilas ingeridas”, aseguró uno de los médicos que participaron de la cirugía.
En su informe, los galenos advirtieron sobre los riegos que conlleva la ingesta de ese tipo de objetos. Por ejemplo, señalaron que en caso de atascarse en la garganta, el contacto con la saliva podría generar una descarga de electricidad capaz de quemar el esófago. Además, recodaron que existe el riesgo de que se abran y provoquen un vertido químico dentro del cuerpo.