A pesar de las advertencias policiales y la información divulgada al respecto, el “cuento de los billetes nuevos” sigue cosechando víctimas en todo el país.
Esta modalidad de estafa funciona de la siguiente manera: un estafador contacta de forma telefónica a la potencial víctima -generalmente adultos mayores- y se hace pasar por un familiar o allegado.
Una vez lograda la impostura, la insta a cambiar sus ahorros de manera urgente alegando que los billetes en curso perderán valor en cuestión de días, siendo sustituidos por unos nuevos “plastificados”.
Cuando el falso pariente logra que su interlocutor muerda el anzuelo, le dice que enviará a una persona -un supuesto abogado, escribano, funcionario bancario, etc, según la preferencia del malviviente- a recoger sus ahorros. Cuando la entrega se concreta, el damnificado no vuelve a saber más sobre su dinero.
En las últimas horas se produjo en la ciudad de Melo un nuevo delito enmarcado en la modalidad descrita, aunque con una característica diferente: no hubo llamada previa de un supuesto familiar, ya que los estafadores concurrieron directamente al hogar de las víctimas.
Según informa el medio local La Red Independiente, dos personas se presentaron en una finca del barrio López de la capital arachana, haciéndose pasar por funcionarios del Banco República.
Los timadores se entrevistaron con los dueños de casa, una pareja de adultos mayores de 90 y 88 años, y les soltaron el embuste de moda: dijeron que los billetes que poseían perderían validez, y que debían entregárselos para que se los cambiaran por unos nuevos.
De acuerdo con el citado informe, la pareja dio a los falsos funcionarios la suma de 230.000 pesos, dinero que no volvieron a ver.