Este sábado por la mañana fue enviado a prisión preventiva, el hincha de Nacional que fuera detenido en el departamento de Rivera. Tal como informáramos, el joven de 28 años era el principal sospechoso de haber asesinado a Ignacio Galván, de 17 años.
El pasado 10 de enero, el menor iba en bicicleta por la inmediaciones de Pernas y Avellaneda cuando recibió un disparo en la cabeza, que le provocó la muerte instantánea.
La investigación dejó al descubierto que el ataque podría tener relación con otro ocurrido días antes, en la tradicional vía blanca de 8 de Octubre. Allí, Washington Simón, un hincha de Nacional, fue baleado. Testigos indicaron que los autores del ataque eran hinchas de Peñarol. Simón murió a los pocos días, como consecuencia de las serías lesiones que presentaba.
La Policía, tras analizar las cámaras de seguridad, pudo rápidamente identificar al presunto homicida de Galván, y estableció que, sabiendo que era buscado, se había ido al departamento de Rivera. La hipótesis que tiene la Policía es que “en cualquier momento iba a cruzar la frontera”.
Una vez detenido y en Montevideo, Fiscalía formalizó la investigación y se lo imputó con "delito de homicidio agravado en reiteración real con un delito de porte de armas de fuego en lugares públicos". Estará en prisión preventiva hasta el 22 de julio.
El abogado defensor del presunto homicida dijo este viernes que su defendido “es simpatizante de Nacional” pero “no pertenece a la barra”.
Asimismo, el abogado de la familia de la víctima, Gumer Pérez, dijo a Montevideo Portal que el ahora formalizado "contó con un apoyo logístico de gente de la barra de Nacional, allegados a él, que lo transportaron en dos vehículos a Rivera", donde fue localizado por la Policía.
"La familia está muy consternada, pero esta resolución, en primera instancia, los conforma", manifestó. Al mismo tiempo, recordó que el homicidio especialmente agravado tiene una pena máxima de 30 años, según lo dispone el Código Penal; "humildemente pienso que (la pena) debería estar fijada en esos guarismos por la crueldad y lo macabro del caso", sostuvo Pérez. A su entender, Galván "era inocente, no tenía nada que ver con nada, no tenía ningún vínculo policial ni delictivo con nadie". En este sentido, aseveró que al presunto homicida "tendría que caerle todo el peso del Código Penal arriba".