La Policía detuvo en las últimas horas a un hombre de 29 años, conocido como "Yankee", cabecilla de un grupo criminal que ingresaba droga desde Brasil y principal proveedor de drogas a bocas de Canelones y Montevideo, informó el Ministerio del Interior en su página web oficial.
La detención estuvo a cargo de la Dirección General de Represión al Tráfico de Drogas y, además de detener al Yankee, también detuvo a una persona más. El Yankee "abastecía bocas de venta de estupefacientes en Ciudad de la Costa, Atlántida y Montevideo, señaló el Interior.
La investigación, que fue llamada Quarter, estuvo bajo la órbita de la Fiscalía de Estupefacientes de 1° Turno y comenzó en setiembre del año pasado. Allí se logró identificar a varias personas que estaban involucradas en diversas maniobras.
"En el marco de la investigación el Juez Especializado en Crimen Organizado de 1º turno ordenó el allanamiento de siete viviendas en los departamentos de Montevideo, Canelones y Maldonado. Éstos culminaron con la incautación de 2 kilos con 881 gramos de marihuana, 2 kilos con 246 gramos de cocaína y un kilo con 432 kilos de pasta base, seis armas de fuego, una pistola de aire comprimido y municiones de distintos calibres. Además, 26 cajas de un medicamento utilizado para la prevención y/o tratamiento de la deshidratación", informa la cartera de seguridad.
Asimismo, el Interior informa que también fueron decomisados nueve celulares, cinco balanzas de precisión, casi 28.000 pesos, 208 dólares y dos autos. Además, cinco personas fueron detenidas en los allanamientos realizados y otra posterior a las inspecciones.
Finalmente, de los seis detenidos, tres recuperaron la libertad, uno fue emplazado y los dos restantes fueron condenados. "Al cabecilla de la organización se le tipificó un delito continuado de tráfico de sustancias estupefacientes prohibidas en la modalidad de distribución en calidad de autor a la pena de tres años y dos meses de penitenciaría", informó la cartera.
Al segundo condenado se lo encontró penalmente responsable de un delito de tráfico de sustancias estupefacientes prohibidas en la modalidad de posesión en reiteración real, con dos delitos de tráfico interno de armas de fuego y municiones, a la pena de tres años y seis meses de prisión.
"También se ordenó el decomiso de todo lo incautado, la droga será destruida, las armas de fuego quedarán a disposición del Servicio de Materiales y Armamento del Ejército y los restantes objetos incautados, incluidos los vehículos, quedarán a disposición de la Junta Nacional de Drogas", concluye el informe del Ministerio del Interior.