El Sindicato de Policías Canarios (Sidepac) emitió en las últimas horas un comunicado titulado “El Sistema de Gestión de Seguridad Pública y su lado oscuro”. En dicha misiva, el sindicato advierte sobre el uso irregular de esa herramienta de pesquisa, cuyo acceso está sujeto —al menos en teoría— a normas y protocolos estrictos.
“Días atrás hemos visto que el Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP) ha creado un manto negro sobre su presunta mala utilización: nos referimos a un caso que involucra a un conocido periodista”, expresa el comunicado, en clara alusión al episodio denunciado recientemente por el reportero Eduardo Preve. Tal como informáramos, el comunicador divulgó documentos que revelaban una pesquisa secreta sobre su persona.
En su carta, el Sidepac asegura tener “datos fundados y objetivos sobre la mala utilización de esa herramienta y los daños colaterales que ocasiona”, y añade que “lo más triste” de semejante situación es “el común denominador que da como resultado a dirigentes de un sindicato específico”.
En ese sentido, Sidepac se refiere a “dos casos comprobados, uno en Canelones y otro en Río Negro, ambos con el mismo fin: tratar de desprestigiar y perjudicar tanto a personas como a organizaciones”.
“En el caso que nos comprende [el de Canelones]”, se trata de “una investigación realizada con celeridad” en la que “se da con el presunto responsable”, indican. Sin embargo, según Sidepac, esa rápida dilucidación no tuvo los resultados que esperaban.
“El Ministerio del Interior, al ver de quién se trataba, derivó la investigación hacia dicha cartera: más de 2 años encajonada sin aún tener noticias, quedando en el camino un sinfín de policías que entraron a dicha novedad sin motivo y sin ser investigados”, lamenta el texto.
“Para nosotros son hechos gravísimos que no se deben dejar pasar, como no se debería dejar a la deriva semejante herramienta sin un control estricto para cada operador y para quien lo controla”, consideran los policías sindicalizados canarios.
“Es evidente que los controles son escasos o nulos y, a la hora de las responsabilidades, siempre se corta por el lado más fino o sin consecuencias”, critican.
“Es necesario que las alarmas se enciendan en este sentido. Se necesitan controles extremos para tal herramienta, con una auditoria permanente por parte de la Justicia, de la cual nosotros somos auxiliares”, concluye Sidepac.