La política uruguaya tiene una histórica pata militar. Sin ir más lejos, los cuatro partidos más votados hoy en día tienen como principales fundadores a cuatro militares. Desde 1836 y 1971, hasta un 2019 en el que se crea Cabildo Abierto (CA) con Guido Manini Ríos, militar que fungió como comandante en jefe del Ejército desde 2015.
Como suele ser el caso, el apellido ya tenía historia, partidaria y periodística. Nacido en 1879, Pedro Manini Ríos (abuelo), luego de apoyar la figura de José Batlle y Ordóñez, fue el principal referente del riverismo, sector que fracturó la interna del Partido Colorado a principios de siglo y compitió con el primer batllismo. Además, años después fundaría La Mañana, periódico que circuló hasta los años 90 y renació en 2019 como semanario, a la par del surgimiento de CA.
Su descendencia, Carlos (tío) y Alberto (padre), continuarían con la corriente riverista de la década de 1930 en adelante en el Partido Colorado, en el caso de Carlos. Alberto Manini Ríos, en las elecciones de 1958, fue electo diputado por la Unión Demócrata Reformista, lema que se despegó de los colorados.
Es en este año, el 20 de agosto, que nace Guido Manini Ríos, en una familia colorada, política y que hasta entonces no estaba relacionada con las Fuerzas Armadas.
Carrasco, animales y tragedia
Su madre Nelly era maestra; se retiró al casarse con su padre Alberto. Tuvieron ocho hijos; Guido es el penúltimo. Manini vivió su infancia en una gran casa del barrio Carrasco, entre estudios en el Liceo Francés e idas ocasionales al campo de la familia en Treinta y Tres, cerca de la laguna Merín.
Cisnes, águilas, un zorro, una víbora, hasta un cachorro de leopardo e incluso un pingüino. La casa de los Manini durante los años 60 fue un auténtico zoológico, en el que los nueve hermanos —de los cuales hoy viven cuatro— convivieron constantemente con animales que su padre llevaba.
Manini no sabe exactamente cómo los conseguía. Lo que sí conoce es la tragedia a muy corta edad.
En 1971, Alberto Manini Ríos falleció. Su hijo Guido tenía apenas 12 años. En entrevista para el ciclo De cerca, de Mueca (2019), este contó escuetamente que su padre había muerto por “un tema de enfermedad”, y que, al ser una familia numerosa, hubo contención entre ellos. Pero en 2024, en entrevista con El Observador, confesó: “Mi padre se suicidó”.
No pasaría mucho tiempo antes de que, al año siguiente, el joven sorprendiera a su familia con un deseo inédito: quería entrar al Liceo Militar.
Vida militar, dictadura y familia
“Mi abuelo, Pedro, fue capitán en la guerra de 1904 y tuvo unas milicias en 1910 cuando hubo un conato revolucionario. Mi bisabuelo materno fue coronel de Aparicio Saravia. Pelearon uno contra el otro”, contó en De cerca, en referencia a sus únicos vínculos con la vida militar.
Con 14 años comienza los cursos en el Liceo Militar, en una de las fechas más oscuras para la historia del país: febrero de 1973.
“Uno a los 14 años no tenía idea de qué era lo que estaba pasando”, aseguró.
“El día que disolvieron las cámaras nos reunieron en un salón grande, nos dijeron: ‘Estén con cuidado en la calle. A partir de ahora tienen un mes de vacaciones’”, recordó sobre el 27 de junio de ese año.
Manini comenzó su vida militar en plena dictadura (1973-1985); para 1980 —año del plebiscito propuesto por el gobierno de facto—, tenía el mando de alférez.
“En esa época y a esa edad uno no piensa en temas políticos. Ya cuando uno empieza a madurar y entender las cosas estaba el cronograma de salida de ese período”, afirmó.
Con una carrera militar encaminada, es en ese año cuando conoce a quien sería su futura esposa, Irene Moreira.
En una imagen peculiar, un militar veinteañero de bigote conoció a una adolescente de 15 años, en un casamiento, y comenzaron a salir, pero por poco tiempo. A los meses, ambos se pelearon y estuvieron más de tres años sin verse.
Retomaron la relación en 1984 y, en enero de 1987, contrajeron matrimonio y siguen juntos hasta la actualidad. Tuvieron dos hijos: Micaela y Bruno.
Manini siguió con su carrera militar, con misiones a Irán, Irak y Mozambique, durante los años 80 y 90. Fue director de Sanidad Militar y del Hospital Militar, y dio lugar a una vieja aspiración de sumar una licenciatura en Historia por la Universidad Católica en el año 2000.
Entrado el nuevo siglo, no hizo más que aumentar rangos. De mayor a teniente coronel, a coronel, a general en 2011. Para culminar lo que fue su mayor cargo militar y la última etapa de ese período de su vida, fue ascendido a comandante en jefe del Ejército en 2015 por Eleuterio Fernández Huidobro, entonces ministro de Defensa Nacional.
Manini ganó imagen pública con este cargo, pero principalmente por sus polémicas y por cómo terminó.
Del cuartel al palacio
Manini ocupó su mayor puesto de poder militar durante el segundo gobierno de Tabaré Vázquez, período en el que tuvo más de una declaración controversial.
“Seguir pidiéndole cuentas al Ejército por lo que pasó hace 40 años [...] es casi lo mismo que pedir cuentas por lo que hicimos en la Guerra de Paraguay”, dijo en febrero de 2016.
En el marco del aniversario del golpe de Estado del 73, en junio de 2017, dijo: “A la gente de Bella Unión, Salto y Paysandú les importa un comino lo que pasó hace 44 años”.
En setiembre de 2018, Manini fue sancionado por Vázquez con 30 días de arresto a rigor por cuestionar la aprobación en el Senado, por parte del Frente Amplio, del proyecto de reforma de la Caja Militar.
El final a sus 46 años de carrera militar vino en marzo de 2019.
Manini remitió al Poder Ejecutivo los fallos del Tribunal Especial de Honor para Oficiales Superiores nº 1, sobre la conducta de Luis Maurente, Jorge Silveira y José Nino Gavazzo, condenados por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Sin embargo, el comandante en jefe no evitó poner cuestionamientos al proceso de la Justicia en este caso. Esto, entendió Presidencia de la República, fue una violación del sistema republicano y la separación de poderes.
“Hice unas manifestaciones que indudablemente no correspondían. [...] Creo que fue un poco desmedida la sanción que se tomó en su momento”, aseguró en De cerca. En entrevista con En perspectiva (2019), manifestó: “Fui consciente de que podía ser destituido”.
El 12 de marzo, en la residencia de Suárez y Reyes, Vázquez recibió a Manini, a pedido de este. Luego de algunos planteos, el presidente lo cesó del cargo y lo pasó a retiro. Manini ya no era más parte de la institución militar.
El día anterior, hacía estas declaraciones en Todo pasa (Océano FM): “Mi vida ha sido el Ejército. Yo entré con 14 años y ya llevo 46, y si tuviera que recorrer el camino político por entender que ese es el único camino para hacer justicia, en lo que yo entiendo que hay que hacer justicia, no lo voy a negar, no lo descarto. Hay un tema legal, pero no lo descarto”.
Política, artiguismo y un nuevo partido
El Movimiento Social Artiguista fue admitido como fuerza política el 10 de marzo de 2019 por la Corte Electoral que, luego de una observación, hizo que se cambiara el nombre.
Si bien Manini no fue técnicamente fundador del partido, sí estuvo involucrado en su génesis. “El nombre Movimiento Social Artiguista fue una idea mía. La propuesta inicial del nombre la doy yo estando en actividad y yo elegí la primera bandera de Artigas para que nos representara”, contó en Manini. Un comandante sin jefe, libro de Fernando Amado.
“Por principios de noviembre del año 2018 tengo una reunión con algunos hoy cabildantes —con algunos amigos, yo diría—, casi todos militares, y les alerto: ‘Miren, se viene el año electoral, hay plazo hasta enero para presentar un partido nuevo. Yo estoy con la tarjeta más que amarilla, naranja, y voy a elevar las actas del tribunal de honor haciendo mis apreciaciones porque entiendo que como comandante no puedo ser neutro en la elevación de esto [...] Es probable, o altamente probable, que me cesen una vez que yo [lo] eleve. Formemos un partido’”, explicó.
“Los retirados del personal subalterno yo diría que fueron el núcleo duro de la recolección de firmas que se realizó. Se precisaban dos mil y pico, juntaron cuatro mil y pico en veinte días. Pero, claro, invocando: ‘Es para que Manini sea candidato’”, agregó sobre el proceso de creación de la fuerza política.
El nombre “Cabildo Abierto” surge en una reunión en la que el aún comandante en jefe estuvo presente.
Por lo tanto, cuando a principios de abril CA anunció públicamente a Manini como su precandidato único a la Presidencia, se culminó el cambio de vida para el general retirado que él mismo venía preparando. Moreira, quien era edila del Partido Nacional, abandonó su cargo para acompañar a su esposo.
Con menos de un año de existencia, Cabildo logró una muy buena votación en 2019: se ubicó como el cuarto partido más votado del país y, con la victoria de la coalición en noviembre, empezó su temprana experiencia en el poder, insistiendo con el disputado “artiguismo”.
Daniel Salinas en el Ministerio de Salud Pública, Moreira en el Ministerio de Vivienda, luego reemplazados por Karina Rando y Raúl Lozano respectivamente, además de tres senadores —entre ellos, Manini— y 11 diputados.
Cinco años después, Manini Ríos y Cabildo Abierto buscan, sin perspectiva real de llegar a la Presidencia en estas elecciones, superar la cantidad de votos obtenidos en 2019 e incidir en la política uruguaya en temas que son prioritarios en su agenda, como el sistema carcelario, la deuda particular, el consumo de drogas o la seguridad pública.