Hace un año que mataron a Felipe Cabral, conocido en el ambiente artístico como Plef. El joven, que tenía 29 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza el 17 de febrero del año pasado cuando retocaba un grafiti suyo en un muro ubicado en una casa abandonada en la rambla República de México y Belastiquí, en el barrio Punta Gorda.
Su cadáver, que fue hallado junto a su bicicleta y su mochila, presentaba un disparo de arma de fuego en la cabeza. En la escena no se encontró el arma y tampoco aparecieron testigos que ayudaran a saber lo que pasó.
Por el asesinato hubo dos detenciones: un hombre de 77 años y su hijo, quienes vivían en la casa lindera a la vivienda abandonada donde Plef fue ultimado. La hipótesis más fuerte es que fue asesinado al ser confundido con un delincuente.
Las pericias realizadas en ese entonces confirmaron que la bala que mató a Cabral salió de la casa lindera. En esa vivienda encontraron varias armas sin declarar, pero no el arma homicida. El hombre de 77 años, señalado como el principal sospechoso del asesinato, falleció en mayo del año pasado a causa de un cáncer.
Este lunes, familiares y amigos del artista marcharon junto a decenas de manifestantes desde la Plaza Matriz hasta la sede de Fiscalía de Ciudad Vieja. El objetivo central era enviarle una carta a la fiscal del caso, Mirtha Morales, ya que el asesinato permanece impune. La muerte del principal sospechoso, además, enlenteció la investigación.
Entre otras cosas, Plef era militante del Partido Comunista. Precisamente, en la manifestación de este lunes se hizo presente Óscar Andrade, senador electo por ese sector del Frente Amplio, quien fuera precandidato a la Presidencia.
Pero a Plef sí
En una carta titulada "Extraño todo de Plef", publicada por la revista La Garganta Poderosa, quien era la compañera del artista, Dara Sánchez, escribió unas palabras dedicadas a él.
"Ya pasó un año, pero para mí fue ayer. Extraño todo de Plef, sobre todo su compañerismo y su alegría. Vivo con un sube y baja de emociones constantes: hay días que me siento muy triste y recuerdo que no le gustaba verme así, aunque me resulta inevitable", escribió Sánchez.
"El arte callejero significa pasar a letras todo el enojo y el descontento con el sistema; es completamente necesario para visibilizar lo que pasa en Latinoamérica, por ejemplo. Es como una forma de hacer un cambio en la sociedad y compartir todo eso con Felipe fue lo mejor porque aprendí muchísimo", relató.
Sobre el día en que lo mataron, Sánchez dijo que ella se encontraba en Chile: "Ese día a mí se me vino el mundo abajo. [...] Me tuve que ir porque no entendía lo que pasaba".
"El asesinato de Plef fue algo que tocó mucho a la juventud: nos mostró cómo nos ven los demás, cuánto vale la vida según la forma de vestir o lo que hacemos y cómo nos tratan los mayores por no seguir su forma de vivir".
"Yo me desligué del tema judicial y me quedé con lo espiritual para no hacerme mala sangre. De todos modos, aún no se sabe quién mató a Felipe, que estaba frente a un mural que había pintado días atrás en Punta Gorda. El sospechoso fue imputado por portación de armas y murió a los tres meses por una enfermedad terminal; yo creo que encubría a alguien, pero no hay pruebas porque jamás investigaron como corresponde", añadió.
Sánchez concluyó la carta con un mensaje a su excompañero: "Al asesino no le diría nada, pero a Plef sí. Le diría que lo amo. Y que lo voy a amar siempre".