Los esfuerzos —primero de la policía y luego del personal de salud— no bastaron para salvar la vida de una bebé de cuatro meses.
La niña estaba junto a su madre en una finca de la calle Arazá, en la capital fernandina. Según informara la emisora puntaesteña FM Gente, la mujer dijo que se acostó a dormir muy cansada, y al despertar notó que la bebé sangraba y presentaba baja temperatura corporal.
La madre pidió ayuda
y un móvil policial llegó a su domicilio. Los agentes la trasladaron de inmediato al Hospital de Maldonado, y de camino le realizaron maniobras de
reanimación. En el centro de salud se certificó a las 11:28 horas el deceso de
la pequeña.
El informe detalla que la mujer tenía restricciones de movilidad por orden judicial, situación derivada de un siniestro de tránsito en el que habría participado.
Noticia en desarrollo