Disturbios, disputas judiciales entre partidos a cuenta de la colocación de carteles xenófobos e incluso amenazas de muerte a dirigentes políticos elevaron la temperatura de unas elecciones regionales cuyo resultado tendrá una gran influencia en el devenir de la política de España.

Según una recopilación de encuestas realizada por la cadena pública RTVE, la media de los estudios demoscópicos publicados en el último mes apunta a que la actual presidenta regional, la conservadora Isabel Díaz Ayuso (Partido Popular), quedará en primer puesto con el 40,9 por ciento de los votos.

Detrás se situaría el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con el 21,9 por ciento de los sufragios, la formación progresista Más Madrid (15,3 por ciento), los ultraderechistas de Vox (9,4 por ciento) y la coalición de izquierdas Unidas Podemos (7,5 por ciento).

Las proyecciones de escaños en base a estos pronósticos apuntan como opción más probable una victoria del Partido Popular, pero no lo suficientemente holgada como para gobernar en solitario.

Simulaciones hechas por El País partiendo de las encuestas publicadas apuntan a una alta posibilidad (71 por ciento) de que Partido Popular y Vox sumen mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid, mientras que solo en uno de cada seis escenarios (16 por ciento) habría una mayoría de izquierdas.

Ayuso mantiene que su intención es no depender de nadie para gobernar, pero en distintas ocasiones dijo que pactar con Vox "no sería el fin del mundo", una frase con la que reafirma su disposición a saltarse el cordón sanitario contra la ultraderecha que los conservadores sí aplican en otros países.

La posibilidad de que Vox acabe formando parte del Gobierno de la región fue uno de los temas centrales de los discursos con los que los candidatos de izquierda cerraron la campaña.

Por su parte, Ayuso resucitó la fórmula que le hizo ganar popularidad en el último año hasta convertirse en uno de los referentes de la derecha española: rechazar las medidas anticovid impulsadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en favor de una mayor actividad económica y social.

"El problema de Madrid es Pedro Sánchez. Nos intentaban obligar a cerrar Madrid, a cerrar la hostelería, los comercios, la restauración. Nos exigieron un estado de alarma a la carta, falso, y sin informes sanitarios, y dije que no en absoluto. No pienso cerrar Madrid, porque no hay motivo, porque no me da la gana, y porque nadie me chantajea", dijo la dirigente conservadora.

Precisamente, Sánchez fue el encargado de cerrar el acto de campaña del PSOE, donde su presencia eclipsó a Ángel Gabilondo, el candidato de los socialdemócratas para estos comicios.

El presidente del Gobierno animó a los madrileños a ir a votar este próximo martes en defensa de la democracia ante la amenaza del ascenso de Vox, pero también para evitar que Ayuso -a la que comparó con el expresidente estadounidense Donald Trump- protagonice un giro populista en Partido Popular.

"Va a pactar con la ultraderecha xenófoba, machista y homófoba y dice además que no es el fin del mundo. No lo será, pero sí puede ser el principio del fin de la democracia", dijo Sánchez.

"No es solo Madrid, es la democracia. Nunca como hoy la suerte de Madrid ha estado tan íntimamente ligada a la defensa de su vigor democrático", insistió el presidente del Gobierno.

Mónica García, la candidata de Más Madrid, cerró la campaña con un mensaje similar, apelando a una movilización extraordinaria que rompa los pronósticos de las encuestas para desalojar al Partido Popular del Gobierno de la región, donde lleva instalado 26 años de forma ininterrumpida.

Otro de los grandes protagonistas en el cierre de campaña fue Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno y candidato de Unidas Podemos, que también pidió una movilización extraordinaria contra la ultraderecha y contra Díaz Ayuso, a la que calificó como "una imitadora de Donald Trump".

"En Madrid tiene que haber un gobierno que mande a los enemigos de la democracia a la oposición. Adelante, que sí se puede. Adelante, que estamos más cerca. Adelante, que su rabia es proporcional a la cercanía de la victoria", dijo Iglesias en su discurso final.

Por su parte, la candidata de Vox, Rocío Monasterio, apeló al voto de la clase media prometiendo cambiar los barrios para que sean "limpios y seguros", algo que a su modo de ver actualmente no ocurre por culpa de la inmigración y el globalismo.

El cierre de campaña para estas elecciones coincidió con la principal fiesta regional de Madrid, el 2 de mayo, fecha en la que se conmemora el levantamiento de los madrileños contra la ocupación de las tropas de Napoleón en 1808.

Aunque no se trata de una fecha tan crucial, la actual presidenta regional y principal favorita en las encuestas, Díaz Ayuso, defendió que la cita con las urnas del próximo martes será "decisiva para Madrid, pero también para toda España, porque va a marcar un antes y un después".

(Sputnik)